4:50 p.m. Estoy –y siempre estuve- obsesionado con algo, y este algo es LA AMISTAD. Por lo tanto ¡siempre quise!, tal vez, hacerlo: contar una historia ÚNICA Y ORIGINAL. ¡Algo grande! ¡Algo atemporal! ¡Algo que se volviese un clásico… del cine! Y creo que siempre tuve la historia. Es, desde luego:
La amistad entre una prostituta y un niño. Pero ella no es una prostituta cualquiera, y él tampoco un niño cualquiera. (Me gusta burlarme de la realidad. El cine, una película, te da una historia que nunca sucederá, no fuera de la pantalla).
Y ya no tengo “vergüenza” en decirlo, ¡que soy un maldito cursi, y un soñador! Por lo tanto, exagero todo esto. Darle al mundo “algo” único, y después “morir”. Sí, esto es todo lo que quiero. He sufrido muchísimo, así que es lógico que yo no sea “cualquiera”. Soy muy sensible, soy soñador. Y como tal es que sueño con ella y con él, con los dos personajes de “mi película”.
¡Y ya tengo la canción que me gustaría sirviese como el soundtrack! Es de -desde luego- uno de los artistas a quien más he admirado. Y doy gracias porque sea de él la canción. El tema se llama “A GREAT MEMORY”. Y lo canta un cantante no tan valorado: John Michael Montgomery.
La canción es suave, ¡muy suave! Y es bellísima en todo. Hoy apenas he grabado la canción en un cd. Y creo que ya la he escuchado como unas veinte veces, o más. Hasta he llorado y todo, porque he visto a la mujer y al niño SER AMIGOS…
¡He visto escenas posibles para la película, escenas que sé que se han de convertir en algo clásico, que nunca morirá…! ¡Pero yo sí! Y entonces, todo lo que de mí ha de quedar es esto: ¡mi película! ¡La amistad entre “una puta” y un niño!
Se me ocurrió que ELLOS bailan esta canción. La mujer está vestida como lo que es, con su maquillaje así y sus tacones altísimos. La posibilidad para HACER O FILMAR la escena son dos, creo. Y creo que de los dos lugares, el mejor es el súper, ese mismo lugar donde ella lo conoció a él una noche. Y es aquí precisamente donde empecé a llorar mucho. Porque entonces los vi, como los verdaderos amigos que ellos eran…
Estaban los dos pasando a la caja. El lugar es un súper. Es un lugar feo. Es igual a los superes de California. Entonces, a través de las bocinas que están el techo, la canción empieza a sonar. Ella entonces exclama: “Ah, ¡mi canción favorita!”. El niño, que está junto a ella, le sonríe. Es de noche y el lugar ese está completamente vacío. El piso es blanco, como lo son todos los pisos de todas las tiendas de California.
Ella es altísima, y más con los tacones que lleva puestos. Él apenas y le llega a la mitad de su cintura. Entonces, ella agarra la mano del niño y le dice. “Bailemos”. Él asiente, feliz por complacer a su gran amiga.
Hay un lugar cerca de la caja. Y para aquí vienen ellos. Entonces, juntos los dos, empiezan a bailar al compás de esta canción suave: A GREAT MEMORY. La cajera, una muchacha joven, los contempla con admiración.
¡La escena en sí es una celebración de la amistad! Veo al niño, muy gracioso, abrazado a ella. Hasta casi y le toca las nalgas a su amiga, por lo bajo de su estatura. “Chico guapo. Cuando crezcas, aparte de ser un famoso escritor, ¡también serás un gran bailarín…!” El niño, al escucharla decir lo anterior, alza su carita y la mira. Ella tiene esa mirada, esa mirada que no puedo escribir o describir con palabras.
Y esta es mi escena, que espero ALGÚN DÍA se filme, y que también se vuelva sinónimo de la palabra AMISTAD. Y creo que todas las personas llorarían, mientras están sentadas, viendo en la pantalla una escena memorable como esta. Una mujer vestida así, bailando con un niño: A GREAT MEMORY.
MUJER DECENTE, una película de Anthony Smart.
Abril/14/2018