DIARIO DE ANTHONY
12: 55 p.m. No pude teclear lo de Tamalville. Entonces abrí la página y… busqué qué ver. Abrí la película y me puse a verla. Okay. Trataba sobre una niña bla bla bla, que está así y bla bla bla. La película se llama “Prodigy”, pero no tiene nada que ver con las empresas de ese sapo feo y ladrón de slim shit.
Prodigy, o Ellie es bla bla bla. El argumento chale, ni explica por qué ella adquiere dizque esos poderes para mover cosas con sólo mover sus dedos; bla bla bla. Ni ganas tengo de mencionar otra película, donde un muchacho albino movía y doblaba cosas con “su mirada”.
Estoy sin ningún peso, ¡sigo estando bien chingado1 Pero he pensado en llamar a ese maricón de Rockefeller, para pedirle ser mi sponsor. O si no a él, pues a alguien más cerca, a ese maricón de Baileres, o como chingados sea que se escriba su apellido.
¡Ya no es dinero lo que me preocupa! ¡A la mierda con el puto dinero! Sino que… el dolor. Hace un chingo de calor y de bochorno y… ¡Odio la maldita “música” de banda, y la puta música cumbia, pero no la colombiana, ¡ésa al menos tiene un poco de sentido!, sino que la yucateca. ¡Es horrible! ¡Horripilante! Y luego ay sí… Hay que defender… la cultura. A la mierda cosas que no te dignifican.
Tal vez y… sería maravilloso, you know?, money, money, money… La niña al final, casi es salvada por una especie de catarsis por parte de su psicólogo que la analiza y… bla bla bla. ¡A la mierda! Lo único que me gustó del personaje es que “ella” se cree superior a los demás, ya que es muy inteligente. ¡Es muy perspicaz y… observa los detalles que nadie más pueda ver!
Maricones millonarios mexicanos, ¡uníos! ¡Démosle en la madre otra vez a todos estos millones de chingados pobretones! ¡Este 1 de julio! (¿Estoy bien? ¿Este día son las tan esperadas estúpidas elecciones?) Estos pendejitos mexicanos “dormidos”, lelos y tarados… Mientras que yo estoy chingado y sin dinero porque estoy “impedido”, ellos están bien idiotas “y pobres” porque de por sí nacieron sin cerebro… ¡Y tú puto Baileres, ¡ya dame algo de tu pequeñita y horrible pobreza, infeliz de mierda!
Todo en este país me enferma, todo en este estado lo hace. Desde su horrible música, llámesele ranchera o la porquería que sea, hasta su clima. Aquí en Yucatán es como habitar en el infierno. Pero luego no sé si por mi nariz es que yo me siento más acalorado.
Ya no puedo hablar nada y… Pienso en esos maricones millonarios y… al final sé que también ya están muertos. Una vez escribí un poema titulado “Como una estrella fugaz”#, y sé que fue lo más hermoso. Ya que menciono todo lo que implica “un ser humano” desde que sale a este horrible mundo… Empieza a transitar por “el mundo2, va cruzando el cielo infinito, pero, al final, como el puto Rockefellas o la Baileres ese, ¡también han de terminar igual! ¡Todos y cada uno! ¡Para nadie es distinto! Ya sea que caigan en la tierra, o en el mar (porque tu cuerpo ha sido quemado para que luego tus cenizas sean tiradas en el mar).
¡Seas pobre, millonario o miserable! ¡Tarde o temprano HAZ DE MORIR! Y yo ya quiero “morir” , aunque por dentro ya lo esté. Por fuera sigo sufriendo. Por dentro sólo un poquito.
Dinero, dinero, dinero… Es muy chistoso que yo esté sin un puto chingado pesote. Alguien dijo que me ayudaría, aunque no iba a ser mucho, pero ya han pasado tres días y no me ha escrito. Le mandé is cuentos y… le pedí ayuda.
¿A dónde van los miserables?, me pregunto. Ilusos pendejos que no saben cómo funciona el mundo. Unos cuantos imbéciles podridos de dinero controlan los hilos de los títeres “presidentes” de los llamados países, y si éstos son tercermundistas, pues más mejor. Porque los del primer mundo son tratados un poquito más suavecito, ¡pero esta palabra nada tiene que ver con esa horripilante “canción” cantada por dos monos muy monos. “suavecito, yo te voy a dar en tu cu..erpito, para que tú lo sientas muy rico.
Cu..erpito, cu…erpito, dale suavecito…” ¡Puras estupideces dignas de países tercermundistas! Ups, perdón. Puerco Rico pertenece a la nación más “poderosa” de todo el orbe. ¿Poderosa? Ja ja. ¡Esta estúpida palabra da risa! Miseria mundial y miseria humana… Si tan solo yo no… Solamente yo puedo entender por qué soy un miserable. Ah, este dolor. Y ah, ¡esta enfermedad! Hace ya mucho tiempo que dejé de decir que este país es lo que me había desquiciado. Ahorita vengo. Voy a llamar a ese pendejo millonario para pedirle para un chesco. A ese sapo de slim shit no lo llamo, porque no me agrada.
-¿Jo, Bailers? Aquí Anthony al teléfono. Sólo hablo para pedirte si puedes patrocinar una mente muy lucida en un cuerpo bien chingado.
-Jo, Anthony, ¡por su pollo que sí! Dime cuánto es lo que necesitas.
-Jo… No, no sé. Tal vez y, bueno, lo que tú consideres poder darme.
-Pues no se diga más. Sí es así, pues mañana mismo te deposito en elektra un millón de dolarucos.
-Gracias, viejote. Tú sí que eres cool.
-De nada, Anthony. Ah, pero sólo una cosa te pido.
-Dime, te escucho.
-No me critiques.
-Hecho, marica. ¡Hasta luego! (bib, bib, bib. Ya había yo colgado el teléfono)
(Escrito en tiempo real. Todo esto ya no me pertenece. Todo ha sido escrito bajo los efectos del dolor. Así que no he querido suprimir las palabras “feas” que podrían molestar a ojos castos).
A. SMART
Abril/ 30/2018