Redacción, MX Político.- El martes 7 la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer que la Universidad de Innsbruck identificó a Christian Alfonso Rodríguez Telumbre, uno de los normalistas desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014, a partir de una pieza ósea encontrada en un lugar que ya obraba en el expediente y se conoció públicamente desde diciembre de 2014: la Barranca de la Carnicería, en el ejido de Cocula.
En entrevista con este semanario, Omar Gómez Trejo, titular de la Unidad de Investigación para el caso, afirma que la identificación del estudiante robustece la hipótesis de desaparición forzada. “¡Christian fue detenido por la Policía Municipal, en eso estamos claros!”, afirma. Por ello la FGR irá también contra funcionarios que dejaron de actuar.
“Viendo los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), se señala que Christian venía en el autobús que fue detenido abajo del Palacio de Justicia. Como fiscalía no señalamos ese dato concreto, porque la narrativa tiene que construirse en función de un tipo penal de desaparición forzada de personas y ésta tiene tres elementos: privación de la libertad, negativa de esa privación de libertad y un ocultamiento.”
–En el puente confluyen municipales, federales y militares –se le plantea.
–Hay un escenario bastante interesante en función de determinar las responsabilidades de los funcionarios que están llamados a proteger a su sociedad, a su comunidad. Frente a eso, siendo testigos posiblemente de un acto ilícito, tienen que actuar; si no actuaron para que se llevaran a los estudiantes detenidos y después desaparecidos, hay una acción por omisión o una acción directa en el caso de quienes los detienen directamente. El GIEI, la CNDH y ONU lo han venido señalando.
Acerca de qué sustenta la caída de la llamada “verdad histórica”, Gómez Trejo considera que este hallazgo es suficiente para confirmarlo, como señaló una semana antes el fiscal general Alejandro Gertz Manero. La Barranca de la Carnicería se encuentra a más de 800 metros de distancia del basurero de Cocula, donde se creó la narrativa de la entonces Procuraduría General de la República encabezada por Jesús Murillo Karam.
“Ahora tenemos la posibilidad de decir que tenemos una narrativa apegada a los hechos, resultados objetivos y claros sobre la identificación de uno de los estudiantes”, señala Gómez Trejo.
–Menciona que ahora hay una narrativa apegada a los hechos. ¿Cuál es?
–No puedo revelar mayor información sobre las pruebas y las cuestiones que tenemos dentro de la carpeta de investigación, pero hasta donde conocemos la narrativa, es el hecho de tener claridad sobre el momento de la detención de los estudiantes por los policías municipales, sobre el momento de la negativa de la detención y después, a partir de esa negativa de la detención, el ocultamiento de las personas.
“Ese es el principal argumento sobre el cual vamos armando una cadena lógica de eventos, hasta decir que estamos frente al encuadre de una desaparición forzada, a eso me refiero”, agrega.
–En el caso de Christian, ¿cuál es esa narrativa lógica?
–Que realizamos una búsqueda derivada de información de una fuente que nos lleva a un determinado lugar, hacemos la recolección de los restos en un escenario de 177 a 200 metros cuadrados donde entran los servicios periciales a limpiar el área, recogen los hallazgos, en el laboratorio se separan las piezas propensas a posibles resultados genéticos; se llevan seis a la Universidad de Innsbruck y allí emiten el dictamen de la pericial que da como resultado la coincidencia genética con los padres de Christian.
–Usted comentó que, de acuerdo con el expediente, la PGR ya había estado en la Barranca de Las Carnicerías.
–El ejido de Cocula es muy grande. La PGR hizo algunas diligencias en el lado opuesto a aquel en que recolectamos las piezas donde se identifica a Christian. Ellos recopilaron fragmentos de huesos y abrieron una averiguación previa, pero no es el mismo punto. El sitio en el que nosotros trabajamos es en la barranca como tal, en un declive bastante marcado al lado de un río. El lugar en donde en diciembre de 2014 la PGR encuentra restos es en la parte superior, una zona plana que denominaron así, Barranca de la Carnicería.
Estos puntos de búsqueda están separados por unos 150 metros.
–¿La parte ósea por la que se identifica a Christian también estaba quemada, como la pieza con la que la Universidad de Innsbruck identifica a Alexander Mora?
–Los restos que se rescataron de ese lugar, salvo dos piezas, fueron expuestos al calor. El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), efectivamente, señaló que ésta había sido expuesta.
–¿Al mismo grado de calor al que fue expuesta la pieza por la que se identificó a Alexander Mora?
–Eso lo determina un peritaje diferente. Quiero dejarlo muy claro: tenemos certeza sobre el paradero y la identidad de Christian. Tenemos certeza sobre la identidad de Alexander Mora, pero en Jhosivani Guerrero el conteo genético no alcanza.
“Sin embargo, en lo que se refiere a Alexander, las diligencias del río San Juan están altamente controvertidas. Nosotros como Fiscalía Especial del caso hemos solicitado judicializaciones sobre manipulaciones y variaciones que hubo en ese escenario del crimen. No se tiene la certeza sobre el lugar en donde encuentran a Alexander Mora.”
–¿Que implica que hayan solicitado la judicialización?
–En la judicialización hay una participación del señor Tomás Zerón, entonces director de la Agencia de Investigación Criminal, en el Río San Juan. Se trata de una diligencia apócrifa. Después surge una diligencia que queda asentada en el expediente. Parte de esto es lo que hemos solicitado que se judicialice. Estamos a la espera de que en Canadá se ejecute la orden de detención con fines de extradición de Zerón.
“Esta judicialización que le estoy platicando contra Tomás Zerón fue derivada de varias cosas: hubo vistas del Tribunal Colegiado de Tamaulipas, investigaciones internas de la Visitaduría de la PGR, actualmente Fiscalía de Asuntos Internos de la FGR, y había una investigación derivada de la propia averiguación previa 1/2015 de la oficina de investigación del caso.”
Señala el fiscal Gómez Trejo que en un año se realizaron alrededor de 20 búsquedas en los municipios de Cocula, Iguala, Eduardo Neri, Tepecoacuilco y Carrizalillo.
–¿Detendrán a Gildardo López Astudillo, ‘El Cabo Gil’, por desaparición forzada?
–La estrategia es perfeccionar la acción judicial por otro delito, con la finalidad de lograr que el juez tenga una convicción y pueda liberar órdenes de aprehensión, porque la única sentencia absolutoria que existe es la de él. Los otros, el juez los liberó por falta de elementos suficientes de prueba por los delitos de secuestro o delincuencia organizada.
“Aún hay casos de personas en prisión que alegan que fueron torturadas, tengo que investigar la tortura de la cual se habla y judicializar a las personas responsables, pero eso no les exime de otra sanción por lo que hayan cometido en su actuar dentro de la desaparición de los estudiantes.”
–La Fiscalía de Guerrero sí incluye desde un principio desaparición forzada. ¿Por qué la quitaron?
–Ellos se llevan por un delito de desaparición forzada a los primeros 22 policías. Incluso su legislación de desaparición es de las pioneras en el país. Tenía agravantes interesantes, por ejemplo, respecto a sancionar a los funcionarios públicos que ocultaran o que hubiesen sido partícipes del ocultamiento. Se volvió un agravante. No sé por qué la quitan. En la entonces PGR le dan la vuelta por secuestro y delincuencia organizada.
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