RELATO
4:20 p.m. Los días otra vez pasaron y…, con esto, también otro día llegó para que Lone-Boy se fuese a trabajar, a aquel lugar donde vivía “su nuevo padre”.
Tanto era lo que le había sucedido en esta vida, que él ya no sabía si ya estaba muerto. Y es que, TODO EL AHORA LE RESULTABA MUY INCREÍBLE.
De repente, todo lo que tanto había soñado, deseado y anhelado vivir, AHORA AL FIN SE HACÍA -Y SE HABÍA HECHO- REALIDAD.
Pero, ¿y si todo esto solamente era una mentira? ¡UN SUEÑO MÁS! ¡UNA FANTASÍA MÁS CREADA POR SU PROPIA IMAGINACIÓN!
Todo resultaba ser MUY IRÓNICO PARA LONE-BOY.
Justo cuando él ya había dejado de esperar y buscar, ¡SU SUEÑO SE CUMPLIÓ!
Pero esto, él, tampoco supo ya exagerarlo.
Todo esto que ahora le sucedía, NO DEJABA DE PARECERLE “MUY EXTRAÑO”.
“¡Estoy soñando! ¡DEBO ESTAR SOÑANDO O DEBO YA DE HABER MUERTO FÍSICAMENTE!”, una y otra vez se decía y repetía Lone-Boy.
Sobre todo, se decía y repetía esto, cuando sumergía su cuerpo en aquella bañera, que también era al mismo tiempo un jacuzzi con hidromasaje.
Y es que, con la más reciente visita de trabajo que había hecho hasta la casa “de su nuevo padre”, éste nuevamente le había dicho que podía alojarse en el piso de arriba.
Y, todo el piso de arriba venía siendo como un departamento entero. No solamente contaba con una cocina, una pequeña sala donde había un televisor, sino que también una recamara, con una enorme cama, así como también el ya mencionado cuarto de baño con ducha y bañera.
Pero, al no servir ahora la regadera, “su padre” le había dicho a Lone-Boy que solamente podría bañarse en aquella tina.
Está de más decir lo maravillosamente bien que se lo pasaba Lone-Boy, cada vez que terminaba de trabajar para su padre.
Con su cuerpo cansado, y también algo empolvado, subía hasta “su cuarto”, donde rápidamente se desnudaba. Acto seguido entraba al baño y abría la llave para que la tina se llenase un tanto.
En la quinta visita de trabajo para su padre, que apenas hoy sábado había terminado, Lone-Boy no pudo dejar de reírse por dentro, como un completo idiota; sí, ¡como un idiota feliz y realizado!
Y es que, ¡se lo había pasado tan pero tan bien, QUE SOLAMENTE PENSÓ: “YA PUEDO MORIRME… MI SUEÑO, ¡AL FIN SE CUMPLIÓ!”
Y vaya que si esto último era verdad.
Su nuevo padre, ¡lo había AMADO TANTO! ¡Lo había abrazado, acariciado y besado INFINIDAD DE VECES!
“¡Sí!”, una y otra vez pensó Lone-Boy, mientras caminaba UN TANTO LIBRE por el malecón de aquella playa hermosa. “¡YA PUEDO MORIRME FÍSICAMENTE DE UNA CHINGADA VEZ!”
Porque ahora entonces, SU FELICIDAD, ERA UNA COSA INFINITA…
Anthony Smart
Agosto/12/2023
4:51 p.m. Saturday