RELATO
To Shayne… My Dad
5:34 p.m. …Y entonces sucedió que Lone-Boy solamente no pudo creerlo. Aquella tarde, SÍ QUE HABÍA SIDO ETERNAMENTE INOLVIDABLE PARA ÉL.
Al momento de mirar a su padre, sentarse junto a él, en aquella sala; Lone-Boy sintió una dicha y una alegría infinita.
Para este entonces, en aquella sala, se encontraban, en total, CINCO PERSONAS: “El esposo de su padre, dos amigos de su padre, SU PADRE MISMO, y, por último; él mismo”.
La sala, para este ahora, se veía bellísima. Lone-Boy lo había limpiado apenas ayer, jueves. Y hoy era “viernes”. Dos lámparas de mesa iluminaban de manera tenue todo este cuarto, amueblado de una manera, también, muy hermosa.
Sentado en una silla, situada en aquel rincón, Lone-Boy bebía ahora un poco del vino blanco que su padre le había dado hace apenas unos instantes, en un pequeño vaso, de color café.
Ahora más que nunca, LONE-BOY SE SENTÍA UN NIÑO GRANDE: “A BIG BOY”. Ahora más que nunca, LONE-BOY SE SENTÍA “EL NIÑO DE PAPÁ”.
Vestido con su playera polo naranja, así como también con sus shorts de color verde, y chanclas negras, las que siempre usaba cuando limpiaba la casa de su padre, Lone-Boy solamente no dejó de sentirse AMADO, BENDECIDO Y MUY CONSENTIDO…
Su padre, llamado “Shayne”, todo el tiempo lo colmaba de atención; pero también Lone-Boy a él. Así que, el amor entre los dos, ERA LA COSA MÁS HERMOSA E INCREÍBLE QUE NADIE NUNCA JAMÁS LEERÍA O ENCONTRARÍA EN LAS HISTORIAS DE PURA FICCIÓN… “AMOR GENUINO, AMOR VERDADERO… AMOR QUE LO TRASPASABA TODO: TIEMPO Y ESPACIO…”
Esa tarde, Lone-Boy, quien ahora se encontraba sentado en una silla, cerca de la piscina, cuando vio a su padre abrir aquella puerta de metal; y cuando lo vio acercase hasta él, SOLAMENTE NO PUDO CREERLO.
Y es que, su padre, apenas llegar a su lado, trató de sentarse junto a él, en su misma silla. Lone-Boy, sin tiempo que perder, se hizo a un lado y, entonces, rápidamente ABRAZÓ A SU PADRE. Y, al momento de sentir su cuerpo junto al suyo, UNA DICHA Y ALEGRÍA INFINITA LO VOLVIERON A INVADIR…
Momentos después, abrazado a su padre, al que tanto amaba, abrió la cámara de su teléfono y, de manera rápida, comenzó a hacer varios “disparos”. Lone-Boy solamente quería tener varias tomas y ángulos de su padre y él mismo… QUERÍA TENER MUCHAS FOTOS DE SU PADRE Y ÉL PARA MIRARLAS SIEMPRE Y NUNCA MÁS SENTIRSE “SOLO”
“¡Dios!”, pensó Lone-Boy. “¡QUÉ FELIZ ME SIENTO!”
Y es que, AMABA Y ADMIRABA TANTO A SU PADRE… LO AMABA TODO DE ÉL…
Amaba su amabilidad, su cortesía, su generosidad para con todas las demás personas…
SU PADRE, SÍ QUE ERA UNA MUY BUENA PERSONA… Y LONE-BOY, COMO SU HIJO QUE AHORA ERA, ¡SE SENTÍA MUY ORGULLOSO DE ÉL!
Y, todo esto mismo, era precisamente lo que lo hacía AMARLO MÁS Y MÁS…
Para este entonces, Lone-Boy no solamente lo amaba ya, sino que también lo honraba y lo respetaba… CADA MOMENTO QUE JUNTO A SU PADRE PASABA, ERA TODA UNA DICHA Y ALEGRÍA INFINITA PARA ÉL…
Esa tarde del 1 de diciembre, SÍ QUE HABÍA SIDO “UNA TARDE INOLVIDABLE” PARA AQUEL JOVEN, QUE TANTO HABÍA LLORADO, SUFRIDO Y PADECIDO…
ESA TARDE, EN LA QUE ÉL HABÍA CENADO, SENTADO A LA DERECHA DE SU PADRE, SÍ QUE HABÍA SIDO UNA ESCENA ETERNA E INOLVIDABLE…
LA MESA, QUE TAN HERMOSA ERA, Y LA CUAL LONE-BOY SIEMPRE LUSTRABA, CADA JUEVES, CON UN LÍQUIDO ESPECIAL, HABÍA SIDO TESTIGO DE UNO DE LOS MOMENTOS MÁS INOLVIDABLES EN LA VIDA ACTUAL DE ESTE JOVEN…
ESA TARDE, EN LA QUE SU PADRE Y SU ESPOSO CELEBRON SU ANIVERSARIO DE BODAS, JUNTO A CUATRO DE SUS AMIGOS, QUIENES HABÍAN COMIDO Y BEBIDO, REÍDO Y PLATICADO, SÍ QUE FUE PARA LONE-BOY TODO UN ACONTECIMIENTO, QUE POR SIEMPRE Y PARA SIEMPRE ATESORARÍA EN SU MENTE Y EN SU NUEVA VIDA, LA CUAL APENAS Y PARECÍA COMENZAR DE VERDAD… “PAZ DESPUÉS DEL MAL…”
AHORA, LONE-BOY, QUIEN POR FIN YA NO SENTÍA TANTO DOLOR, SOLEDAD Y SUFRIMIENTO, AL FIN PODÍA DISFRUTAR TENER LO QUE ÉL TODA UNA VIDA ENTERA HABÍA DESEADO TENER: “¡UN PADRE QUE LO AMARA Y LO CONOCIERA DE VERDAD!”
Y SU PADRE, QUIEN ERA CANADIENSE…, NO SOLAMENTE LO AMABA, SINO QUE YA TAMBIÉN LO CONOCÍA “CASI A LA PERFECCIÓN”.
AQUEL HOMBRE, ALTO Y DELGADO, LLAMADO “SHAYNE”, YA SABÍA QUE A SU HIJO LONE-BOY LE GUSTABA MUCHO “EL ADEREZO RANCH, LA SALSA BARBECUE; ASÍ COMO TAMBIÉN “LA MÚSICA INDIE”, LOS COLORES BRILLANTES, PERO SOBRE TODO EL VERDE…
Y LONE-BOY AMABA Y ADMIRABA A SU PADRE, COMO SOLAMENTE ÉL SABÍA Y PODÍA HACERLO: “DE MANERA MUY AUTISTA, INTENSA E INFINITA…”
Anthony “Swan” Smart
Diciembre/03/2023
6:07 p.m. Sunday