RELATO
8:08 p.m. … Para estas alturas “del camino”, Lone-Boy solamente parecía haberse perdido entre todo este laberinto, que los imbéciles siempre han llamado “Mundo, Vida”.
Debido a todo lo que le había sucedido, en su pasado, y debido al dolor mismo, que de cuando en cuando volvía a torturarlo, Lone-Boy solamente ya no sabía cómo hacerle para creer que TODAVÍA SEGUÍA AQUÍ, en este mundo, sobre esta tierra…
Su Padre, aquel hombre que para él se había convertido EN SU TODO, una y otra vez lo había ayudado mucho, no solamente escuchándolo con mucha atención, sino que también con su amor, ternura y cariño.
Pero Lone-Boy, que había sido muy dañado por la vida -desde su nacimiento-, ahora; estando “muy loco”, solamente ya no sabía cómo perdonarse del todo, y solamente aceptar todo lo bueno que ahora el universo por fin comenzaba a traerle a esta nueva etapa “de su vida”.
Un Padre como aquel, que tanta atención le proveía; un Padre como aquel, que había nacido en un país, llamado “Canadá”… De cuerpo alto y delgado, como el del mismo Lone-Boy…
Ambos eran muy parecidos en muchas cosas… Ambos se compaginaban muy bien… Ambos, en verdad, parecían haber sido reunidos por el universo mismo, como si de una obra milagrosa se tratase…
Y Lone-Boy, por cada vez que iba conociendo más y más A ESE HOMBRE, AL CUAL AHORA NO PARABA DE LLAMAR CON MUCHO ORGULLO “PAPÁ”, SOLAMENTE SENTÍA ESTAR VIVIENDO DENTRO DEL MÁS HERMOSO DE LOS SUEÑOS…
Y es que, su amor de hijo para con él, quizás y era algo que aquel hombre jamás nunca llegaría a entender del todo… Y es que Lone-Boy era, no solamente extremadamente muy sensible, sino que también “muy cursi”.
Un hombre, que por dentro aún seguía conservando “ese espíritu infantil y muy travieso”, una esencia que todo lo que buscaba, todo el tiempo, era arrancarle risas y carcajadas a la boca de ese hombre de sesenta y cinco años, al que ahora él ya admiraba, honraba e idolatraba… Nada más ni nada menos que SU PADRE…
Con la vida y el tiempo siguiendo su curso, Lone-Boy, una y otra vez trataba de entender su presente mismo: ESTA RACHA TAN BUENA E INCREÍBLE EN SU PROPIO DESTINO…
Ahora, teniendo en su vida actual AL MEJOR PADRE DEL MUNDO, ÉL SOLAMENTE TRATABA DE SABER QUÉ HACER PARA HACERLO SENTIR TODAVÍA MUCHO MÁS ORGULLOSO…
Algunas veces, Lone-Boy solamente quería sentir contarle al mundo de la existencia de un hombre como su padre; un hombre tan increíble y fuera de serie… UN HOMBRE ÚNICO E IRREPETIBLE…
Esa tarde era viernes… ¿El mes? Marzo. ¿El año? 2024… ¿La hora?
Debían de ser como las dos y veinte de la tarde, cuando Lone-Boy, junto su padre, salieron por aquella puerta de madera, que daba a la calle.
Como tantas veces lo había él soñado y fantaseado en su mente tan atribulada, ESA TARDE CAMINÓ JUNTO A SU PADRE HASTA AQUELLA CASA, DONDE UN ÁRBOL CAÍDO LOS ESTABA ESPERANDO…
Esa tarde, PADRE E HIJO SE LO PASARON TRABAJANDO DE LA MANERA MÁS HERMOSA E INTELIGENTE…
Lone-Boy -ahora- vivía UNA TARDE INOLVIDABLE MÁS JUNTO A SU PADRE, AL QUE TANTO AMABA, ADMIRABA, HONRABA E IDOLATRABA…
Ese día, cuando ambos terminaron de cortar el árbol, entre los dos, COMO EL GRAN EQUIPO QUE FORMABAN, fueron llevando hasta la parte trasera de ese terreno ¡cada parte del tronco de ese árbol, así como también cada una de sus ramas, las cuales no eran pocas!
Al final, para sorpresa de Lone-Boy, que ahora se encontraba metiendo dentro de una bolsa grande y negra de basura las hojas que habían quedado esparcidas por todo aquel lugar, su Padre se le acercó y…
Al instante de haber comenzado a sentir que unas manos comenzaban a subir, acariciándole así sus dos piernas, Lone-Boy, en ese mismo instante, siendo el hijo bueno que siempre había sido para su Padre, lleno de éxtasis y alegría, al pasar solamente unos segundos más, amarró la bolsa y; sin dejar de sentir mucha excitación, rápidamente se desabrochó el botón de su short café…
Su Padre, luego de pegar su cuerpo contra el suyo, comenzó a besarle su oreja derecha… Lone-Boy, sintiéndose MUY AMADO Y DESEADO POR ÉL, solamente no paró de sentir: “DICHA, ALEGRÍA Y MUCHA FELICIDAD”.
PORQUE ENTONCES ÉL, AL FIN ERA AMADO COMO SIEMPRE LO HABÍA SOÑADO, DESEADO Y FANTASEADO EN SUS ETERNAS E INCONTABLES FANTASÍAS DE SU VIDA PASADA… Esa misma vida que tan dolorosa había sido, pero que AHORA AL FIN COMENZABA A TORNARSE EN LA MÁS HERMOSA DE TODAS LAS VIDAS…
Y, ESA TARDE, EN LA QUE LOS DOS VOLVIERON A AMARSE, CON INFINITA PASIÓN, TERNURA Y CARIÑO, LONE-BOY, LUEGO DE VOLVER A ABROCHARSE SU SHORT, ALZÓ SU ROSTRO Y…
MIRANDO AL UNIVERSO ENTERO, OTRA VEZ LE DIÓ LAS GRACIAS POR HABER VIVIDO AHORA MISMO, UNA VEZ MÁS, JUNTO A SU MUY GUAPO E INTELIGENTE PADRE… UNA TARDE INOLVIDABLE.
Anthony Fleming Smart
Marzo/16/2024
8:55 p.m. Saturday