Claudia Rodríguez
El presidente Enrique Peña Nieto hizo un corte de caja a su manera, a los cuatro primeros años de su Administración y en medio de los peores niveles de aprobación a su gestión, hizo un llamado a la unidad.
Nos quieren hacer creer que el único y principal riesgo próximo futuro para los mexicanos, es el arribo a la Presidencia de Estados Unidos del ya presidente electo, Donald Trump, pero no; lo más peligroso para nosotros dentro y fuera del país, han sido nuestros propios gobernantes, funcionarios e incluso los sistemas legales y de (in)justicia.
Peña Nieto nos llama a la unidad nacional a dos años del término de su gestión, pero no es concreto en advertir sus estrategias, sus planes y el proyecto al que hay que respaldar.
No vale entrar en el terreno del hubiera, pero es cierto que si nuestra base económica y de productividad fuera sólida de verdad, no sólo en la estadística o en el terreno del discurso político; no tendríamos por qué estar tan preocupados por las decisiones de la política exterior estadounidense.
Dejando de lado el factor Trump, el llamado a la unidad nacional llega tarde. Es como pedir ayuda a quienes tanto a ofendido y hasta afectado.
Peña Nieto ha sido generoso con su equipo, con los suyos aunque se les señale de traidores o delincuentes –mientras alaben sus decisiones–, pero no con sus adversarios políticos, ni siquiera con quien piensa distinto a él. Su frío desencuentro lo quiere convertir con una súplica en un cálido encuentro.
El hecho es que de nada sirvió el fallido encuentro con Trump cuando irrumpió aunque con todo e invitación a la residencia oficial de Los Pinos, pues nadie tiene claro, siquiera un escenario venidero seguramente porque entre el grupo de Peña no hay unidad, unos y otros quieren imponer.
De lo que sí puede estar seguro el mandatario mexicano, es que cada vez hay mayor unidad en torno a la desaprobación de su gestión y su cinismo.
Unidad nacional por sentirnos burlados, otra vez por quienes dijeron estábamos apostando por un desarrollo seguro más allá de decisiones globales o unilaterales.
Unidad ante el desencanto del alto nivel de corrupción entre la clase política, justo cuando se conforma un Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), el cual tiene aún muchos obstáculos para castigar a quienes disponen para beneficio particular o grupal, del capital nacional.
Peña Nieto habla de que vienen retos muy particulares en el último tercio de su gestión. Pero no tiene claridad de lo que se trata.
Acta Divina… “La desunión provocó la pérdida de la mitad de nuestro territorio. La desunión condujo a la imposición de un emperador extranjero, ajeno a nuestra vocación republicana. La desunión ocasionó una revolución de años, que causó un millón de muertes y una destrucción que tomó décadas recuperar”: Enrique Peña Nieto, presidente de México.
Para advertir… Hay quienes siguen creyendo que sólo Videgaray, puede dar la cara por los mexicanos ante Trump, con todo y que igual están convencidos que los resultados no serán los mejores.
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