Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
El secretario de Turismo, Miguel Torruco abrió esperanzas para los afectados de Acapulco al establecer una ruta de emergencia para reactivar el sector turístico, donde dependen el 90 por ciento de ese destino.
Desde luego que en la reunión se concentraron el empresariado, tanto hoteleros, como prestadores de servicios, llámese restauranteros, aerolíneas, transportes terrestres, además de los funcionarios de los tres órdenes de gobierno.
El mandamás del turismo en México sabe que la urgencia es reactivar esa industria para evitar que se pierda la temporada alta decembrina.
Miguel Torruco, además de ser secretario de Turismo, es un exitoso empresario hotelero, en los años 2000 se desempeñó como titular de la Asociación Nacional de Hoteles de México, en consecuencia le tocó vivir el desastre de Wilma que arrasó Cancún en el 2005.
El éxito de levantar Cancún en un corto plazo de tres meses y un poco más, fue gracias a la participación del sector hotelero, que, como le comentado estaban al frente José “Pepé” Chapour, de los Moon Palace, Abelardo Vara, de la cadena hotelera Omni y también, hoy propietario del suntuoso fraccionamiento Lagos, en Cancún, así como Fernando García Zalvidea. Todos ellos de la Asociación de Hoteles de Quintana Roo.
Torruco adelantó que el próximo viernes sostendrán otra reunión para aterrizar las ideas que de manera conjunta contribuyan a la rápida reactivación de este destino turístico en beneficio de su población y del sector turístico.
Van por una estrategia integral, y, como he comentado, si es parecida a la que se implementó en Cancún con Wilma, con el entonces Presidente Vicente Fox, sin duda podría tener un éxito mayor con un gran beneficio para Acapulco. Pero si deciden irse por otra ruta, que no sea mejorada a esa que se vivió en 2005, entonces las esperanzas se podrían desvanecer.
Acapulco está devastado, se necesitará todo el dinero para poder reconstruirlo, además de mucha voluntad política y, como dijo la presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, que sea sin regateos políticos.
El Presidente López Obrador está resentido porque ha sido apabullado por la oposición y por la mayoría de afectados de Acapulco ante la incapacidad de su gobierno, primero por no prever la llegada del huracán para que los hoteleros y la población en general pudieran resguardarse en los puntos de albergues establecidos para esos fenómenos y, segundo ante la mala y tardía reacción de atender a la población.
Por eso la importancia del plan que, presentará el viernes el titular de Turismo, pues en esa reunión está contemplada la presentación de las instituciones de la Banca de Desarrollo a la iniciativa privada de los esquemas de financiamiento que estarán su disposición.
Ojalá sean propuestas alentadoras, para que puedan levantar sus edificaciones, en la mayoría destruidas por el huracán. Además, que en esas propuestas financieras se tome en cuenta a los pequeños comercios que también están en la calle.
Otro de los temas importantes que estará en foco de atención, es que van hacer con todos los empleados, los prestadores d servicios afectados, los pequeños comercios, los taxistas, etcétera.
FIDEICOMISOS PARA ACA
La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña accedió la propuesta del Presidente de disponer recursos de los 15 mil millones de pesos de los fideicomisos para restablecer Acapulco por el huracán Otis.
Desde luego que es una primera opinión, pero ahora la ministra presidenta espera un diálogo con el Presidente.
Ese dinero sin duda puede coadyuvar para la primera etapa de reconstrucción, pero no todo, pues hay recursos de esos 15 mil millones que corresponden a ahorros de lo trabajadores que por ello se alzaron con las manifestaciones.
El Presidente sabe que necesita de la Suprema Corte porque esos dineros estarán entrampados por los recursos de impugnación interpuestos contra la reforma que aprobaron en el Senado de la morenita, Ana Lilia Rivera y la Cámara de Diputados de Ignacio Mier.
Si la ministra acepta, dentro del diálogo con el Presidente, puede buscar que esa impugnación legal le den para atrás los que la presentaron y se inicie un nuevo plan de distribución de esos dineros. Obviamente se evitaría, como prioridad descobijar a los trabajadores.
Jachavez77@yahoo.com