CAFÉ DE MAÑANA
Por José Luis Enríquez Ambell
El Gobierno de la República proyectó más de 50.5 millones de dosis para fortalecer a la inmunidad de la población con la Campaña Nacional de Vacunación Invernal 2025 – 2026 (entre octubre y abril) y esta cobertura va en dirección contra el Covid – 19, la Influenza y el Neumococo en el País.
A raíz de la epidemia del COVID, las estrategias sanitarias – como ahora – además de agresivas en volumen de atención poblacional, resaltan entre los objetivos similares en los últimos años en México en esta ocasión, con prioridad en niños menores de 5 años, adultos mayores, mujeres embarazadas, personal del sector salud y personas con comorbilidades (dos o más enfermedades o trastornos que ocurren simultáneamente en la misma persona).
El Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CENSIA), pretende reducir la presión hospitalaria y prevenir complicaciones sobre todo, graves durante esta temporada invernal a través de consolidar la vacunación simultánea como una política pública esencial y con al menos cobertura mínima del 95 % y un seguimiento digital nacional, incluso esta campaña busca reforzar la inmunidad en lo colectivo frente a virus respiratorios en un contexto de transición epidemiológica postpandemia, de lo ambicioso del programa, y que demanda un esfuerzo coordinado entre todas las instituciones del sector salud.
Hace unos días el secretario de Salud, David Kershenobich Stalnikowitz, anunció que el plan de vacunación invernal contempla 35.4 millones de dosis contra la influenza, 10.9 millones contra COVID-19 y 4.2 millones contra neumococo, aplicables por las instituciones del Sistema Nacional de Salud IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEDENA, SEMAR e IMSS-Bienestar.
En ese sentido – seguramente – el Consejo Estatal de Vacunación en Veracruz nos estaría por dar a conocer los avances desglosados que incluya datos estadísticos y la cobertura de poblaciones vulnerables en zonas rurales y urbanas.
Y es que supongo – sin tener datos – pero es el enfoque personal por como he visto que la Ingeniera Rocío Nahle ha dedicado tiempo y esfuerzos de atención integral al sector salud, que en Veracruz buscará la Gobernadora que se garantice que cada persona elegible reciba la Vacunación correspondiente y que está oportunidad para la salud sea aprovechada.
Cabe decir que todo esquema de naturaleza masiva y colectiva, requiere de una logística perfecta en términos de cumplimiento, y es que requiere de la combinación de factores como el almacenamiento en cadena de frío, la distribución oportuna y con la participación comunitaria activa, misión nada fácil, pero tampoco imposible de cubrir.
DE SOBREMESA
Casi la mitad de los estados del país (15) siembran caña de azúcar y en Veracruz se cuenta con 18 de los 49 ingenios azucareros – tuvimos 22 produciendo, ya han cerrado 4 en los recientes años – y aunque el Gobierno Federal y del Estado han advertido tener interés para frenar la importación del endulzante a México, aún no hay resultados concretos y el precio de la azúcar mexicana sigue bajo, y podría en semanas por venir, ocasionar expresiones sociales de algunos productores, industriales y trabajadores de las fábricas, sobre todo de los primeros.
Esta especie de abandono y rezago en materia de inversión hace falta que se atienda por las autoridades del sector gobierno, a decir de la comunidad que vive del campo cañero y el entorno azucarero.
UN CAFÉ LECHERO DESLACTOSADO
La caña de azúcar genera aproximadamente el 0.7% del PIB (Producto Interno Bruto) en lo nacional y representa también el 7.30 % del PIB agropecuario, según datos más recientes de las zafras 2024 y 2025 y es una aportación significativa para la industria manufacturera y alimentaria.
UN CAFÉ CON PILONCILLO
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) así como, el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (CONADESUCA) – datos no confirmados por el INEGI – Veracruz es el Estado líder en términos de producción de caña de azúcar, y se traduce en el 37 % del total nacional.
Ahora bien, los cambios climáticos como las importaciones y exportaciones entre el azúcar y la fructuosa impactan el mercado interno y el precio del azúcar de caña, sin descontar otros factores como las enfermedades y plagas en zonas cañeras.
Y es que en las últimas Tres (3) décadas, el consumo de azúcar de caña ha disminuido aproximadamente un 40 % en el país, mientras que el consumo de fructosa ha crecido entre el 45 y 65 % lo que ha hecho que el precio sea poco rentable para los productores.
Sembradores de caña de azúcar dicen que el etiquetado de alimentos industrializados no es objetivo, ya que generaliza el azúcar de caña como un producto poco saludable, cuando muchos de los ultraprocesados contienen edulcorantes y fructosa.
“El tema de la caña de azucar no deberían que se empiece a amargar”.
¡ES CUANTO!
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