La India se aferra a las vacunaciones como tabla de salvación tras situarse en el ojo del huracán de la pandemia. Las autoridades han sumado este lunes 3.417 muertes más y 368.147 nuevos casos de COVID-19, elevando el total a casi 20 millones. El número de fallecidos asciende a prácticamente 219.000.
El Gobierno indio ha ampliado la edad de vacunación a todos los mayores de 18 años con la esperanza de alcanzar más pronto la inmunidad colectiva. Hasta hora, solo los mayores de 45 años podían ser vacunados. Sin embargo, en un país de 1 366 millones de habitantes en el que la red sanitaria presenta gigantescas lagunas, el el de la inmunidad colectiva no es el único frente abierto en la batalla contra el virus:
“Estamos trabajando y centrándonos en las necesidades y demandas de oxígeno, así como de camas adicionales. Estamos ayudando a crear hospitales móviles, de 30 a 40 camas, coordinando los suministros de oxígeno que llegan a la India desde otros países, que son realmente muy bienvenidos”, explicaba la Doctora Soumya Swaminathan, científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La gestión de la pandemia, en la que con frecuencia ha primado el aspecto económico sobre el sanitario, ha pasado factura al partido del primer ministro, el nacionalista hindú Narendrá Modi. El Gobierno mantuvo la cita electoral con la esperanza de acumular más poder. Sin embargo, en las importantes elecciones regionales celebradas el domingo en cinco estados del país, el BJP salió debilitado.
Compartimos vídeo de Euro News.