Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
En aquel tiempo, cuando arrancaba la administración de López Obrador, en su primer encuentro como Presidente Electo con los senadores y diputados que ganaron con el la Presidencia, les pidió un favor, el único favor, les decía porque él sería muy respetuoso de la autonomía del Legislativo.
Ese favor era que designaran, por unanimidad a Ricardo Monreal como coordinador de la bancada del partido Morena, porque ese era el único compromiso que tenía.
Monreal venía de una campaña atropellada durante todo su gobierno que asumió en 2015-2018 como jefe delegacional en Cuauhtémoc, mantenía una carrera parejera con la hoy Presidenta, Claudia Sheinbaum que también era jefa delegacional de Tlalpan.
Ambos de perfilaban para gobernar la Ciudad de México, en manos del desaparecido PRD con Miguel Angel Mancera.
Finalmente, la ganadora de la candidatura, con encuestas a modo, fue Sheinbaum, ese lodazal que sufrió Monreal lo puso en la antesala de abandonar el partido e irse la oposición.
Por eso López Obrador lo convenció, en un encuentro carretero y amarraron el cargo al Senado.
Era muy clara la amistad de López Obrador con Monreal, las postales de los encuentros entre ellos lo vestían con una mesa en Palacio Nacional y como platillo chilaquiles. El mensaje era muy claro, Monreal era su brazo fuerte en el legislativo.
Pero en el 2021, cuando comenzaban a salir las corcholatas para perfilarse a la candidatura del partido Morena para la sucesión de López Obrador, comenzaron los jaloneos que llevaron a la elección intermedia arrebatar, la oposición la mayoría calificada de la Cámara de Diputados y a una derrota de 9 de las 16 alcaldías de la CDMX que gobernaba Sheinbaum.
Era un severo golpe al ego de la entonces jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum y obviamente culparon a Ricardo Monreal de haber operado para los panistas y priistas en la ciudad de México.
A partir de ahí se avivó el fuego de la tribu de Sheinbaum, de entrada, no podía asistir a los eventos masivos del Presidente porque lo agredían. Era la lucha por la candidatura Presidencial.
López Obrador arrancó la campaña rumbo a la candidatura del 2024, destapó las famosas corcholatas, ahí estaba como favorita Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Adán Augusto y Ricardo Monreal, el mismo que había sufrido a raíz del 2021 la ausencia de invitaciones de AMLO a Palacio para desayunar chilaquiles. Ya no eran amigos.
La candidatura se decidido por las famosas encuestas que realizó, como líder del partido Morena, Mario Delgado, todos los puntos se los llevó Sheinbaum, Ebrard en segundo, al cuarto lugar mandaron a Adán Augusto, abajo del flamante presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña que le dieron la tercera posición, mientras que, el quinto fue para Manuel Velasco del Verde y Ricardo Monreal, en un ajuste de cuentas lo mandaron hasta el último. Era de risa los resultados.
El acuerdo de esa encuesta es que los perdedores tendrían un premio de consolación, Ebrard al gabinete, Adán Augusta y Ricardo Monreal al Congreso como mandamás, y Noroña, que lo tenían apestado, lo colocaron de ultima hora en el actual cargo de presidente del Senado. No hallaban donde mandarlo para callarlo de sus torpezas contra Sheinbaum y AMLO que comenzaba a reclamar ese acuerdo de posiciones.
Desde luego que la imposición generó un encabronamiento de Ebrard, Adán y Monreal que cerraron filas y esperaron que se fuera el ahora escondido ex Presidente AMLO que lo acusa EU de narco-gobierno, para comenzar a cobrar facturas a la consentida que ganó para llegar a Palacio Nacional.
Por eso se entiende que haya algunas reformas que no han pasado, por no decir que no hagan caso tanto en el Senado con Adán como en San Lázaro con Monreal, el nepotismo que querían al 2027, la batearon y se fue hasta el 2030. Sheinbaum no puede hacer absolutamente nada.
Por eso ayer que salió Ricardo Monreal para hablar con la fuente en su tradicional mesa de medios, en San Lázaro, soltó su agradecimiento a Sheinbaum por su deferencia que le mostró en su conferencia mañanera:
“Si existieron algunas diferencias, en el pasado, han quedado enterradas y ahora soy parte de su equipo” y parte de sus colaboradores desde el Poder Legislativo, que, señaló, no pierden su autonomía, pero tampoco pierden el sentido de su responsabilidad. Sin duda, vagancia política pura.
NO PARTICIPARAN PRIISTAS EN LA FARSA DEL DOMINGO
Para no andar dándole vueltas a la vuelta, Rubén Moreira, líder de los diputados del PRI en San Lázaro, adelantó que los legisladores priistas no participarán en la farsa de la elección del Poder Judicial, que no esta más que armada para favorecer a al partido Morena y con ello decir que no avalan la destrucción de México.
Moreira hizo eco a la voz de la dirigencia nacional de Alejandro Moreno “Alito” y la senadora Carolina Viggiano, como secretaria general, que han denunciado, todos los días que es un proceso opaco, sin certeza, sin vigilancia y con cadena de custodia rota. Vaya un robo oficial.
Desde luego que reforzó lo que todo mundo sabe, que los morenos andan repartiendo los famosos acordeones que dan línea del voto para sus candidatos. Dicen los que saben, que para eso prepararon al ejército de los siervos de la Nación, para controlar los hogares de las personas más vulnerables y quienes reciben programas sociales para exigirles salir a votar. Ahí está su tarea. Así o más claro.
PENDIENTES DE AVILA EN CAMPAÑA DE ADAN
Que no tardan en salir algunos quebrantillos de la campaña de Adán Augusto qué como coordinador, Arturo Avila, el señor de la mansión, no solo le pegará, sino que pueden salpicar, incluso a la consentida senadora por Chihuahua, Andrea Chávez, a quién, por cierto, ahora ya le gusta que le llamen sus cercanos: ¡¡¡gobernadora!!!
Jachavez77@yahoo.com