Cicuta
Jaime Flores Martínez
Miércoles 26 de junio del 2024.- Apresurado porque se agotan sus tiempos como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se revuelve para sacar los pendientes que —para muchos— es el cobro de facturas.
Mas allá de su advertencia de lograr la aprobación de sus reformas, especialmente la referente al Poder Judicial, muchos observadores apuntan su dedo índice a la entrada en vigor de las reformas a la Ley de Amnistía.
Y es que López Obrador quiere dejar en claro que venció a la incomodísima Norma Lucia Piña Hernández, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La insolente ministra le creó situaciones incómodas al decidir asuntos contrarios a su voluntad, aunque a favor de sus adversarios.
Aunque entrar en detalles resultaría embarazoso, baste decir que el núcleo de estos cambios constitucionales permitirá que jueces, magistrados y ministros sean elegidos por el pueblo.
Al tratarse de los impartidores de justicia pareciera lógico que sean escogidos por la masa social, en lugar de colocar allí a personajes preparados académicamente y decididos a fundar sus decisiones en las leyes.
En descargo de esa visión, hay quien afirma que solamente a través de medidas como estas se logrará extirpar la corrupción del Poder Judicial.
Otros más estiman que reformar este poder significará la desaparición de uno de los tres poderes que conforman la República.
En otras palabras, al concretarse esta reforma el titular del poder ejecutivo (el presidente) tendrá el control del poder judicial y ya tienen en la bolsa al poder legislativo.
Seguro algún detractor de AMLO es el responsable de divulgar una crítica ácida a esa reforma, al señalar que será tanto como pedirle al pueblo que elija a los médicos generales, especialistas y cirujanos.
Sería como decirle a un especialista en trasplante de corazón que se dedique a sacar muelas.
Aunque alguien puede decir que la comparación es absurda, así luce especialmente para los críticos de AMLO.
El viernes 14 el Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el decreto sobre las modificaciones a la Ley de Amnistía.
A partir del día siguiente (sábado 15) el presidente de la República podrá decidir la liberación de personas procesadas o sentenciadas aun por delitos graves.
Rápidamente algunas mentes aviesas dibujaron escenarios sobre los personajes que podría liberar.
Alguien mencionó a Rafael Caro Quintero o algún narcotraficante de altos vuelos.
No, atajó otro, al asegurar que AMLO no sacaría ninguna ventaja si acaso ordenara la liberación de algún narco.
En cambio, el caso de Israel Vallarta, cabecilla de la banda de secuestradores los Zodiacos si sacaría ventaja.
Vallarta tiene más de 17 años preso, sin sentencia por el escandaloso tema de la francesa Florence Cassez.
El interlocutor preguntó que ventaja sacaría AMLO sí acaso liberara a Vallarta y la respuesta dejó helados a los presentes:
López Obrador despedazaría a su acérrimo enemigo Carlos Loret de Mola.
Este último creó el escenario y realizó el montaje un día después del arresto de Cassez, Vallarta y demás integrantes de la banda.
Ese sería un triunfo póstumo, porque López Obrador ya se va.
Positivo
Qué bueno que el embajador de Estados Unidos en México Ken Salazar dio por concluido el periodo de suspensión de la importación de aguacate procedente de Michoacán al vecino país.
Tan importante fue este anunció que los productores michoacanos de aguacate brincaron dé alegría,
A principios de mes se registró un incidente que involucró a dos inspectores gringos a quienes aparentemente retuvieron.
Estados Unidos decidió suspender las importaciones de aguacate lo que afecta gravemente a los agricultores michoacanos,
Afortunadamente eso ya se reactivó.
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