Aunque parezca una gran mentira, muchos abandonos a la justicia se produjeron durante el neoliberalismo y se producen en ésta Cuarta Transformación de la Nación. Simplemente un buen día no se combatieron los cárteles delictivos en ésta República. Tampoco fueron combatidos al sexenio siguiente, ni mucho menos al otro. Fueron sexenios que, de momento, se quedaron guardando silencio y brindando impunidad a los grandes delincuentes del poder. Ahí se incluyen e incluyeron las togas de importantes “Siervos de la Nación” que procuraban en el ayer justicia y ahora por conducto de otros se imparte.
En relación a esa impunidad ésta pluma sostiene y seguirá sosteniendo que hasta la fecha existen y existieron togas que ocuparon y ocupan elevados sitiales, tanto en la extinta Procuraduría General de la República como en la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación. La impunidad no ha cambiado, la protección del Poder Ejecutivo tampoco.
A esos cárteles del presente y del pasado han pertenecido togas indecorosas, es más, el día de hoy y para conocimiento de la República, —no obstante que muchos ya lo sabíamos— hay un gran cártel operando en los Estados Unidos Mexicanos. Su nombre “Cártel Inmobiliario”.
Pues bien, vaya sorpresa para el emblemático edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación el saber que ahora forma parte del llamado “Cartel Inmobiliario”, precisamente una de las togas que contiende para presidente de ese máximo tribunal. Increíble descaro de tal contendiente.
¡Vaya, vaya pues!… ¿En qué clase de toga se depositó la confianza para impartir justicia?. La respuesta es muy simple y sencilla, se encuentra depositada en la vestimenta de quien se le conoce con el apelativo bien ganado de “El ministro de oro”, porque precisamente, ese “Siervo de la Nación” resulta ser el más acaudalado miembro del Poder Judicial Federal.
Alfredo Gutiérrez Ortíz Mena se ha visto inmerso en actos de máxima corrupción debido a esas empresas inmobiliarias que han participado en grandes conductas delictivas, vinculadas con lavado de dinero de la narco-política.
Vayamos nuevamente a la historia: Con fecha veintitrés de noviembre del año dos mil veintiuno, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, mediante los protocolos de pesquisa conducentes, hizo del conocimiento de la Unidad de Inteligencia Financiera una serie de acciones delictivas, fincadas ellas en lavado de dinero perpetrado por una “narco-inmobiliaria”. En aquella ocasión se dijo que esa inmobiliaria perteneciente al “Cártel Inmobiliario” utilizaba el sistema bancario con medios para transformar dinero ilícito en lícito, efectuando para ello, especulaciones inmobiliarias financieramente cruzadas, acogiéndose a secretos bancarios para utilizar cuentas numeradas como garantía suplementaria a fin de ocultar la identidad de las inmobiliarias vinculadas con la “narco-política”.
También se expresó en aquél pasado reciente y, cito textualmente que: “El responsable de diversos crímenes que denigraron la integridad de nuestras instituciones de justicia y seguridad (léase Sedena) ha tenido facilidades por medios fraudulentos de transacciones financieras con fondos correspondientes y provenientes de actividades ilegales, toda vez que de manera constante ha realizado depósitos de sumas importantes efectuando para ello acuerdos, alianzas y pactos con aquél hermano de un Ex Secretario de Gobernación (neoliberal)”.
El Ateneo de Estudios Jurídicos Penales, conoce múltiple información que en la actualidad, con toda seguridad también observa la Unidad de Inteligencia Financiera, independientemente de tener las pruebas de lo que afirma, como son las escrituras de las sociedades mercantiles y los números de cuenta bancarios, con los que se ha blanqueado el capital inmoral de esas sociedades mercantiles pertenecientes al bien llamado “Cártel Inmobiliario”.
Luego entonces, ¿En qué quedamos?. ¿Qué toga es más indigna?. ¿La que pertenece a un “Cártel Inmobiliario” ligado a una “narco-inmobiliaria” o una tesis de juventud?.
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal del
Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..