DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Todo pintaba color de rosa para MORENA en Veracruz con rumbo a la elección de alcaldes.
Cuenta el antecedente de que Rocío Nahle obtuvo una rotunda victoria en las urnas y sus candidatos a diputados arrasaron tanto en lo local como en lo federal.
La elección de 2024 dejó un precedente que los morenistas debían de cuidar y marchar tranquilos hacia la elección del primero de junio.
Una intención prioritaria es la de arrebatar las alcaldías en manos de panistas y priistas. Bastiones como Veracruz, Boca del Río y Orizaba son los principales atractivos.
La gobernadora Nahle advertía el gran avance de su partido y la consolidación de su gobierno. La mesa estaba puesta y la no alianza entre panistas y priistas ratificaba su propósito.
Sin embargo, la súbita incorporación del senador Miguel Ángel Yunes Márquez a las filas morenistas desató el infierno.
La gobernadora mantiene una dura pugna con el senador y con su padre el exgobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, a los que señala como los autores de la campaña de desprestigio difundida durante la campaña electoral del año pasado.
Los entonces panistas se posicionaron detrás de un empresario que, supuestamente, aportaba pruebas de la corrupción de Rocío Nahle, mostrando sendas mansiones, yates y propiedades de todo tipo.
La campaña pegó en la línea de flotación de la candidata al gobierno de Veracruz, aunque, finalmente, no incidió en el voto, con una gran ventaja en las urnas para la zacatecana que hoy gobierna Veracruz.
El candidato de la alianza PRI-PAN, José Yunes (sin parentesco con Miguel Ángel) simplemente no creció y la oposición de MORENA se desvaneció.
Eso abrió la posibilidad de que el Movimiento de Regeneración Nacional avanzara sin obstáculos hacia un nuevo triunfo electoral, aunque la falta de un senador para obtener la mayoría en ese cuerpo legislativo operó para que un senador cambiará de siglas y que mejor que ofertar a Yunes Márquez, un político con un grueso expediente delincuencial abierto fuese tentado para cambiar de camiseta.
Miguel Ángel negoció que a cambio de su voto los expedientes fuesen desechados y ya de corrido vio la oportunidad de sumarse al equipo ganador, mediante su afiliación al partido guinda.
Lo que en el Senado fue tersura, en Veracruz fue lo contrario, la gobernadora Nahle exigió el rechazo a su afiliación a la dirigencia del partido y lo único que logró fue que la Comisión de honor y Justicia revise el expediente y decida si lo acepta o rechaza.
La molestia de la gobernadora sirvió para que grupos de morenistas salieran a protestar en contra de la familia Yunes y rechazar toda posibilidad de que MORENA pueda nominar a uno de ellos como candidatos a una alcaldía.
En Veracruz la herida se encuentra abierta y el affaire Yunes mostró lo resquebrajado que se encuentra el partido, con un senador Manuel Huerta mostrando su distancia de la gobernadora Nahle a la que le disputó la candidatura y con un partido verde que insiste en un reparto más equitativo del pastel que representan las 212 candidaturas a presidencias municipales y presionan con su dirigente estatal Javier Herrera Borunda (hijo del exgobernador Fidel Herrera).
El tema Veracruz muestra una gran ebullición dentro de MORENA, mientras priistas y panistas esperan que las fisuras del partido les beneficie, ya que triunfos por sí solos se ven difíciles.
A todo esto, dónde quedó la carpeta azul que contiene el expediente del senador Yunes Márquez quien pidió a la gobernadora la exhibiera. Es real o solamente es una argucia. El expresidente López Obrador habló de ella hace mucho.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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