La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Al descubrir que lo testado era la finca gritaron ¡son chingaderas!
El diferendo en torno a la comisión especial del Senado, creada para averiguar los abusos de poder cometidos en la administración de Cuitláhuac García, es una clara muestra de la inutilidad de todos los discursos moralizadores del presidente López Obrador.
Aunque ya se acopiaron pruebas que evidencian atropellos en la procuración y administración de justicia, un grupo de senadores de MORENA, alrededor de 30, pretenden hacerle un pleito ranchero a Monreal, para que tal comisión se considere ilegal.
El fondo del asunto es la disputa del poder, si en Veracruz u otros estados, la ciudadanía está inerme ante los ‘gorilas’ disfrazados de funcionarios públicos, les importa un soberano cacahuate, lo sustancial es proteger a los aliados y de paso, descarrilar los proyectos que no se inscriban en el purista concepto del mundo, de los autocalificados ‘duros’ de la 4T.
Así pues, dicho en términos del patrón, buena parte de los morenos son unos ‘vulgares ambiciosos’, por lo que toda catilinaria les entra por un oído y sale por el otro, lo suyo es hacerse del control haiga sido como haiga sido, todavía tienen muchas vendettas que cumplir. Los consejos del líder, los aplican en los bueyes de su compadre
En este sentido, resulta de una candidez colosal, que AMLO pretenda seguir guiando los destinos del país después de fallecido ¿acaso alguien esgrimió el ideario de Madero o Zapata cuando estos murieron?, más allá del discurso nadie, igual le ocurrió a Lenin, a Gandhi o a Mandela. En todo caso, lo que puede perdurar son las instituciones y eso, no es lo suyo.
Don Andrés, no se enrede, mejor lea al Predicador que tan bien lo explica: “pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol”.
Encima de mesías, ahora también quiere ser el Mio Cid ¡joder!