En últimos tiempos a nuestros gobernantes no les ha ido tan bien con la calificación que los ciudadanos dan de voz de uno a uno, pero mágicamente; o quizá, con método matemático y estadístico, las cosas les van muy bien en cuanto la aceptación de sus gobernados.
En el mes de abril, al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera le llovió en cuanto a crítica a su gestión y sobre todo, su casi nula respuesta ante eventos relacionados con fenómenos naturales y de protección civil, aunque claro; los organismos e instituciones encargados de la atención correspondiente dieron hasta muestras de humanidad en casos muy particulares.
Más ahí hay que reconocer, que Mancera salió a dar la cara ante la avalancha de críticas que descalificaron su gestión y advirtió que aunque respetaba las opiniones adversas, el seguiría trabajando con la convicción de que va en el camino correcto.
El caso del presidente Enrique Peña Nieto tiene similitudes.
Ante la realidad avasallante que vive el país respecto a que simplemente no hay dinero con que pagar lo que se adeuda y mucho menos con que comprar, hay quienes se atreven a maquilar encuestas para medir la popularidad del primer mandatario y señalar que la misma va a la alza.
Peña Nieto no ha dejado de moverse como si estuviera en campaña. Atención a los más vulnerables del país con programas asistencialistas, hacerse presente en las zonas más golpeadas por la violencia poniendo en marcha programas extraordinarios y prometiendo otra vez, que la economía con él va a mejorar.
Pero las verdades que se tapan con mentiras son las que más golpean a una sociedad.
Intentar avanzar sobre bases inexistentes o equivocadas lo único que provoca son retrocesos.
Así que pese a todas las campañas de comunicación que ubican a los gobernantes como los grandes benefactores, la cosa está que arde.
A Miguel Ángel Mancera y a Peña Nieto, les faltan más de cuatro años en sus gestiones y si las mentiras son recurrentes en sus afanes de gobernar, estamos más que fritos.
Acta Divina… Consulta Mitofsky, señala: En general 8 de cada 10 mexicanos se declaran felices, sobresaliendo con mayores porcentajes las mujeres y los estratos económicos altos.
Para advertir… Conozco muchas de las dos mujeres de 10, que no se sienten felices con la situación del país.
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