Redacción MX Político.- Organizaciones ambientalistas han puesto en tela de juicio la versión de Petróleos Mexicanos (Pemex) acerca de un derrame de petróleo en el Golfo de México, el cual la empresa productiva del Estado había ocultado.
Estas organizaciones han cuestionado la información proporcionada por Pemex, en la cual se minimiza el evento y sus implicaciones.
Greenpeace asegura que el derrame continúa
Aseguran que la magnitud del derrame, superior a los 400 kilómetros cuadrados, está sustentada en datos e imágenes satelitales que demuestran que no se trata de un derrame menor, a diferencia de lo afirmado por la petrolera estatal.
En respuesta, Pemex señaló que las fotografías Satelitales que muestra Greenpeace son «estimaciones de mala fe», sin embargo, la organización respondió que no es así, pues los mueve la protección de los mares y océanos.
Inicialmente, Pemex afirmó que la fuga ya había sido reparada, sin embargo, imágenes obtenidas el 17 de julio revelan que la «mancha» ha permanecido en su lugar durante 12 días, lo que sugiere claramente que el derrame continúa.
Aunque la empresa estatal afirma que la extensión del derrame es de tan solo 0.06 kilómetros cuadrados, no ha ofrecido ninguna explicación sobre la mancha observable de más de 400 km
Aclara #PEMEX sobre el control de fuga en los campos Ek Balam.https://t.co/4xEx7qultx pic.twitter.com/FPEZM0p30s
— Petróleos Mexicanos (@Pemex) July 18, 2023
Greenpeace, en un comunicado, señala: «Se menciona que la fuga está reparada, sin embargo, a fecha de ayer, 17 de julio, el foco de vertido se ha mantenido en su posición a lo largo de 12 días, permitiendo suponer que el derrame continúa«.
Además, se plantean interrogantes acerca de si la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (Asea) fue informada oportunamente del incidente y por qué no se dio a conocer esta información al público en general.
También se cuestiona la falta de información relacionada con la evaluación de impacto del derrame y las correspondientes medidas de remediación.
Pemex se defiende
En su defensa, Pemex declaró que si el derrame fuera de 400 kilómetros cuadrados, implicaría una cantidad de aproximadamente 1.5 millones de barriles de petróleo derramados, pero sostiene que solo se trata de pequeñas fisuras de 7 centímetros de longitud, que resultaron en un derrame de 365 barriles.
Las organizaciones ambientalistas, incluyendo a Greenpeace, Cemda, Iniciativa Climática de México (ICM), Alianza Mexicana contra el Fracking, CartoCrítica y el Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano, entre otras, han expresado su preocupación por conocer quiénes son los responsables de este incidente y qué sanciones se les aplicarán.
También exigen información sobre el riesgo ambiental que representa la infraestructura petrolera que ya ha sobrepasado su vida útil.
Se preguntan cuántos otros ductos y plataformas podrían presentar situaciones similares de fuga y derrame, tanto en el mar como en tierra.
Además, demandan conocer las medidas de remediación propuestas para las comunidades afectadas y la zona impactada por el derrame.
A pesar de que Pemex ya ha proporcionado información al respecto, las organizaciones ambientalistas continúan cuestionando la versión de la empresa estatal sobre el derrame de petróleo en el Golfo de México.
JTH
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