FRANCISCO RODRÍGUEZ
Unos días antes de que concluyera el bandidaje del sexenio salinista -atracomulquista, el real Presidente de esta República, Luis Videgaray, circuló la información apabullante de que este sujeto, hasta entonces intocable, ingresaba como operador distinguido de la holding BlackRock en Nueva York.
Era un mensaje desafiante para el nuevo régimen. Apantallador a más no poder. Comunicaba al pueblo de México que a partir de unas horas , Videgaray sería invitado al Banquete de Petronio, algo reservado para los más destacados en la tarea de hacerle daño al país. Había sido elegido entre los prestanombres locales del consorcio para continuar el patrimonio nacional.
Como usted y este escribidor lo habíamos comentado los últimos años, ingresar al selecto club de caifases de BlackRock concedía al truhán la impunidad eterna, una credencial inmejorable entre los buitres de nuestra desgracia, una altísima distinción como palafrenero de número entre los favorecidos por concesiones petroleras al servicio del verdadero patrón, la mayor multinacional del mundo occidental.
Y así las cosas, antes de que el gallo cantara tres veces, BlackRock desmintió la especie. “Al Ministro de Exteriores Videgaray no se le ha ofrecido un empleo en BlackRock”, dijo al diario Reforma al ser consultada una vocera de la firma, empresa que es considerada la compañía de administración de activos más grande de todo el planeta.
Videgaray apesta. Ni ellos lo querían consigo.
BlackRock vale todo el presupuesto anual de los Estados Unidos
El consorcio BlackRock, encabezado por Larry Fink, engloba a más de las 500 empresas líderes de las finanzas, la banca, el entretenimiento, la extracción petrolera, y el comercio, mismas que representan la mayor avanzada de penetración económica y política en los estados patrimonialistas de este mundo.
BlackRock vale lo que registra el presupuesto anual de todos los Estados Unidos. Factura anualmente en sus empresas sucursales casi sesenta billones de dólares, el equivalente a varias veces la deuda externa de ese país. Cuenta en sus bóvedas y en sus registros electrónicos con mucho más dólares que la Reserva estadounidense.
Y para colmo, ha sido la beneficiada con la mayoría efectiva de las concesiones de extracción petrolera por las nefastas rondas que se las otorgaron en el seno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos en México. Todo, gracias a los prestanombres del salinismo – atracomulquismo que tienen décadas trabajando para BlackRock, no para quienes los mantienen, los mexicanos.
La zona hegemónica de ese consorcio es la latinoamericana
Si ese no es un delito de lesa humanidad, si ésas no son ofensas gravísimas al interés superior del pueblo mexicano, contra el honor, la dignidad y la soberanía, difícilmente pueden encontrarse otros de esa jerarquía, excepto los crímenes y exterminios concomitantes.
La zona hegemónica de ese consorcio es la latinoamericana. Sin duda. Las guerritas comerciales de Donald Trump abonan a la supremacía de BlackRock. Se trata de un gigantesco atraco maquinado sobre lo más preciado de nuestra existencia como pueblo: las reservas patrimoniales, propiedad de nosotros y de nuestros descendientes.
El crimen contra la memoria colectiva ha podido hacerse con el beneplácito de los próceres a cargo de nuestros gobiernos. Aprovechando su natural entreguismo y sumisión incondicional a los deseos de los magnates de las finanzas extranjeras. De la rendición absoluta a sus deseos y a sus infernales designios.
A los toluquitas los programas de BlackRock les cayeron de plácemes
Para quienes llegaron a sentarse en el sillón de mando a robar, sin hacer otra cosa, como fue el caso comprobado de los toluquitas en el poder, los programas de colonización de BlackRock cayeron de plácemes. A falta de programa, les hicieron el favor de entregarles todo digerido.
Les dictaron la reforma estructural energética. La sustracción de dos o tres billones de pesos del circulante para no estorbarla mientras empezaba a derramar los dividendos. Luis Videgaray fue el culpable de la sequedad de la economía, mientras distraía los fondos necesarios para su propia –y por fortuna frustrada– campaña presidencial.
Cuando ésta no llegó, Videgaray y sus contlapaches del Banco de México, señaladamente Carstens, después premiado con la Gerencia del banco de Basilea, le echaron mano también a las últimas reservas mexicanas de oro puro para mandar los lingotes a los paraísos fiscales del exterior. Un fraude de varios miles de millones de dólares que espera urgentemente investigación.
Larry Fink se dio cuenta de las nuevas coordenadas internacionales
Algunas revistas financieras dependientes del consorcio BlackRock otorgaron inmerecidos nombramientos al nuevo jeque mexicano. Lo distinguieron como el mejor financiero del planeta… y la Vía Láctea completita. De paso, también premiaron con una distinción menor a Peña Nieto, por aquello de las formas, sabe usted.
Ratas de albañal, diríamos en México. Seres menores, patibularios en grado sumo, representantes de lo peor de nosotros mismos. Gentuza que en la peor de nuestras horas se hicieron del poder prestado, levantando el santo y las limosnas.
Pero el capital es, sabe usted, como la cumbia, no tiene alma ni tiene corazón. La alineación de los astros les cambió. En un momento de lucidez, Larry Fink, un viejo lobo de mar, se dio cuenta de las nuevas coordenadas internacionales y del ridículo que estaban haciendo Trump y sus republicanos…
… frente a los poderes emergentes de Rusia, China, los Tigres Asiáticos, Japón, la India y Paquistán, poseedores de la deuda externa norteamericana y de las monedas más duras del universo, así como del 80% del manejo financiero del planeta, y decidió aliarse con ellos, antes de perderlo todo y de quedarse chiflado en la loma.
En Mérida, en diciembre, Fink hizo click con el Presidente López Obrador
Y lo primero que hizo fue alinearse en Mérida, en esa reunión de diciembre pasado, con los principales Ceo’s del Occidente y prometer al nuevo régimen acoplarse a sus reglas de inversión. Dios sabe dónde estaba el diablo metido cuando Fink hizo click con el Presidente López Obrador.
El hecho es que después de esa reunión se cancelaron las concesiones más importantes que los prestanombres del salinismo – atracomulquismo habían conseguido en el Golfo de México y se traspasaron a compañías europeas. Nadie hizo gestos, pues el castigo iba a ser peor. A partir de ahí, ya nada fue igual.
Como por arte de magia, Luis Videgaray, el poderoso Presidente del atracomulquismo ya había sido desahuciado de BlackRock, corrido antes de entrar en funciones.
Para Videgaray y todos los prestanombres, la bartolina en México
Y ahora Videgaray circula con profusión el boletín de prensa donde el Instituto Tecnológico de Massachusetts lo encarga de la división de…. ¡estudios de inteligencia artificial!
Para alguien que jamás tuvo inteligencia propia, se nos hace muy grande la yegua.
Para colmo del felón, quién sabe si pueda asumir el cargo conferido. El MIT y BlackRock pueden cambiar de opinión ahora que se han hecho públicos los gravísimos cargos comprobados que pesan sobre su chalán Peñita. A Videgaray y a todos los prestanombres les espera ya la bartolina en México.
La Voladora debe funcionar. Ya no nos pueden dar gato por liebre. Sería demasiado para que lo pueda resistir el honor y la dignidad de los mexicanos, tan proverbialmente engañados por la caterva de la justicia.
¡Es ahora o nunca!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: En su colaboración semanal para este espacio, don Miguel Ramírez escribe, desde Torreón, Coahuila: “Desde que ocupó el puesto de titular de la SHCP, el licenciado Carlos Urzúa recibió críticas de distintos grupos. Sólo bastó que renunciara a su cargo para que las anteriores censuras se tornaran elogios. No es de dudar que entre sus pasados detractores haya quien lo proponga ahora como candidato al Premio Nobel de Economía. Aprovechando este suceso, las calificadoras internacionales han presentado no sus pronósticos sino sus deseos de que nuestro país entrará en recesión y tendrá otros males. Así es como se manejan en México ciertos asuntos, más cuando se trata de atacar a alguien que se considera enemigo, en este caso López Obrador. Si bien el tabasqueño sigue contando con un apoyo mayoritario de la ciudadanía, debe ser mucho más cuidadoso con sus acciones y dichos porque algunos de ellos no los compartimos ni siquiera sus partidarios. Sus afirmaciones referentes a la religión son una constante violación al carácter laico de la República mexicana. Si él profesa una determinada religión, está en su derecho de hacerlo, nadie se lo criticará, pero, ojo, tampoco nadie se lo debe festejar. Es un asunto que únicamente a él concierne y como funcionario público sólo puede comentarlo en su ámbito privado. Duele aceptarlo, pero cuando AMLO incurre en este tipo de manifestaciones parece que quien en una ocasión lo tildó de Mesías tropical, no andaba tan equivocado. Se aprehendió al abogado Juan Collado, famoso por defender a gente de muy alto nivel. Habrá que esperar que su juicio se realice correctamente, sin existir cambio de favores que lo afecten. En Baja California se convocó a la ciudadanía a elegir gobernador cuyo periodo sería de dos años. Después, ya en el escritorio, se alargó a cinco años. Morena tiene una buena oportunidad para demostrar que es distinto al resto de los partidos políticos, no la misma clase de rufián. No hay seguridad de que lo haga, lo que nos abrirá los ojos a quienes pensamos que es diferente.”
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