Aquí en el Congreso
Por José Antonio Chávez
La panista Adriana Dávila se le vio muy molesta en su gira por el sureste porque las quejas de la militancia fue contra el saliente gobernador, también de ese partido, Mauricio Vila que entregó el estado a López Obrador.
Que no pueden aceptar que se haya vendido y dejado a los panistas en el olvido, si fueron ellos, la militancia la que le dio el voto para que se convirtiera en gobernador.
Dávila anda en su recorrido por el país en una competencia por alcanzar la dirigencia nacional del PAN que lidera Marko Cortés.
Naturalmente que le caló que un gobernador de su partido haya entregado el estado, sobre todo uno de los más seguros del país que se han ganado a pulso de administraciones, donde el propio PRI también contribuyo, se trata de Yucatán.
Su capital, la blanca Mérida, se convirtió en las últimas dos décadas en el municipio o la ciudad más segura del país, esperan, hoy que le dé continuidad la panista, Patricia Patrón Laviada para conservar ese polo del sureste, orgullo de los yucatecos.
La aspirante a la dirigencia del blanquiazul, en este sentido, comprometió que los panistas deben estar más firmes que nunca para evitar otro gobernador que se entregue al poder y, aunque no lo dijo, obviamente, a cambio de impunidad.
Esa historia, sin duda es una repetición la que se vivió en el Senado de la República, con la traición que les jugó el senador Miguel Angel Yunes que se pasó a Morena para completar el voto de oro número 86 que les da, al partido oficial la mayoría calificada de dos tercios.
Con ese voto, el líder de los morenos, Adán Augusto aseguró redondear los dos tercios en la Cámara Alta para poder aprobar lo que les venga en gana.
Por esa razón, como un trofeo, Don Adán llevó a Yunes con la Presidenta Claudia Sheinbaum para la foto oficial y del recuerdo, tenía que presumir su triunfo y lo hizo con la venía de la Primera Mandataria, desde luego que se difundió.
Con ese revés, la panista Dávila ofreció que se tiene que corregir el rumbo del partido, ser más fríos en las designaciones y conocer la militancia que participará en elecciones, que sean confiables y comprometidos con el partido y los mexicanos.
No se puede permitir que gobernadores de su partido entreguen sus estados por coraje de no haber sido designados en cargos importantes, o en su defecto dejarse amedrantar por los gobierno por el temor a ser enjuiciados. No hay como llevar la administración en total transparencia.
JORGE ROMERO, DERECHITO AL PAN
Si bien Adriana Dávila es una panista con carácter y con carrera en la militancia por muchos años, la realidad es que los dados están más cargados a quien fuera el coordinador de los diputados en San Lázaro, Jorge Romero.
El propio ex Presidencial, Ricardo Anaya se pronunció por Romero pues consideró que sería un buen líder.
Para nadie es secreto que el peso que tiene al interior el líder, Marko Cortés suma la mayoría de votos en la militancia que le podrá dar, sin el menor problema la sucesión a Romero.
Marko Cortés tiene la mayoría a su favor y será, sin duda una sucesión etiquetada para Romero, pues el partido si bien sufrió la mala imagen de descredito por la traición del senador Miguel Angel Yunes, de pasarse a Morena, el PAN sigue siendo la segunda fuerza política del país.
Su alianza con el PRI, de Alejandro Moreno “Alito”, ha fortalecido la oposición, se necesitan ambos ante la maquinaria de mayoría del partido oficial.
Una de las últimas cartas de oro de la oposición, era sus cifras en la Cámara Alta, mantenía el famoso número de 43 escaños que frenaban, en automático la calificada de los morenos con 85 y, en consecuencia los amarraba de las manos para aprobar las reformas Constitucionales, pues les faltaría un voto.
Ese voto fue el que Miguel Angel Yunes les ofreció, en las condiciones que sean, para lograr los 86, una cifra que será la parte fundamental para que Morena pueda aprobar lo que le venga en gana, vaya, un Congreso totalmente a su favor en todas las condiciones. La oposición, simplemente tendrá que debatir y gritar, aunque no podrá cambiar la dirección de los morenos porque no le alcanzan los votos.
OBLIGACION DEL GOBIERNO RESOLVER CASO CHILPANCINGO
El caso que se registró en Chilpancingo, Guerrero con la ejecución y trato atroz al presidente municipal, Alejandro Arcos, levantó ámpula en Palacio Nacional y una enorme preocupación de la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Ayer, la Presidenta presentó su programa de seguridad, pero se ve difícil que pueda dar resultados de forma inmediata.
El propio Omar García Harfuch y la secretaria de Gobernación, Rosa Isela Rodríguez saben que uno de los focos rojos con mayor intensidad en la problemática, son los cuerpos de la policía municipal y estatal. Ahí está el verdadero problema, porque son, en la mayoría de esos cuerpos donde se aloja la delincuencia organizada.
Muchos jefes de la policía son imposición de la delincuencia a cambio de los recursos que aportaron para las campañas de los alcaldes. Entonces, mientras no se desaparezcan esas policías, será muy complicado que la Guardia Nacional que hoy es el Ejército mexicano, pueda resolver la seguridad que nomás no se ve que se apacigüe, ni mandando todas la tropas.
Jachavez77@yahoo.com