Voy a reseñar una historia en donde como en muchos otros casos, les comento que le pasa como dicen a la conocida de una amiga, de la cuñada de mi prima –o algo así.
En el 2011, la protagonista de este episodio de vida –o suscrita en términos legales–, decidió reclamar por la vía legal, una pensión alimenticia a quien todavía en ese entonces era su esposo y sigue siendo en materia legal, padre de sus hijos.
Como respuesta en aquél tiempo, el aún cónyuge de la mujer de esta historia, decidió marcharse del hogar conyugal sin ningún aviso y responder a la demanda de pensión alimenticia con una demanda de divorcio, como para contraatacar. Sin entender que lo que se reclamaba era la responsabilidad económica de la que con mayor frecuencia se mostraba omiso.
Para finales del 2012 los hijos y esta conocida de una amiga, de la cuñada de mi prima; fue lanzada sin previo aviso legal con todo y sus hijos de lo que el ex cónyuge ofreció como morada a la justicia para que en ese inmueble se ejercieran la guardia y custodia de los menores.
La actora de lo que les detallo y los pequeños se vieron despojados sin aviso previo de su techo y con sus cosas tiradas a media calle, mientras la familia del ahora sólo padre de sus hijos y él mismo; contemplaban el espectáculo violatorio de los derechos humanos sobre todo de los pequeños, desde la acera contraria del domicilio.
La mujer de este episodio de vida, logró rentar una casa aunque el mandato legal era que el techo de los niños e incluso el de la actora sería proveído por el padre de los niños.
La justicia entre tanto daba avisos a la madre de los niños en el domicilio del que fueron lanzados sus hijos y ella por el mismo padre de los menores.
En tanto el señor quien vive en la casa de la que lanzó a sus hijos, nunca dio aviso a la justicia de que él en contubernio con su progenitora “corrieron” en palabras del mismo, a sus menores hijos del multicitado antes para ellos hogar.
El caso es que legalmente la madre ha incumplido en la convivencia marcada por la ley del padre con sus hijos. Pero todos los comunicados del juzgado civil llegaron al domicilio del que fue lanzada y en donde desde entonces vive el padre de sus hijos, quien hasta llegó a manifestar a la justicia que por una inspección ocular –al mismo inmueble en donde él habita–, advertía que sus pequeños y la madre de estos, no vivían ahí por lo que temía que ella los hubiera secuestrado. ¿?.
En julio o junio de este 2014, luego de que por casi dos años y medio de no preocuparse por el estado físico y emocional de sus hijos, ni siquiera por saber si tenían un techo en dónde vivir, el padre de estos advierte a la justicia que la madre de los menores ha evitado la convivencia de los niños con su padre, además de acusarlos a todos ellos de vándalos y pandillerismo.
Los niños en tanto, remueven en sus conciencias cosas horribles de su pasado de las que ni la propia madre tenía conocimiento.
¿Alguien advierte aquí violencia de género? ¿O es puro amor paternal?
Para advertir… No sólo se trata de Ayotzinapa, Kassandra y más… Estas tragedias y transgresiones a los derechos humanos y legales deben ser señaladas y frenadas antes de que se conviertan en tragedias virales. Nuestra sociedad y nuestros niños no merecen esto.