Redacción MX Político.- A medida que más estados de Estados Unidos adoptan el sistema de votación por correo, ha surgido un detalle que a menudo se pasa por alto y que constituye una línea divisoria partidista: los gastos de franqueo.
Las preguntas de si se deben exigir estampillas para las solicitudes de voto en ausencia y para las propias boletas, quién las paga y qué sucede con los sobres sin estampillas es objeto de demandas y riñas políticas en los poderes estatales.
En los juicios entablados en Florida por la organización demócrata de recaudación de fondos Priorities USA, en Georgia por Black Voters Matter y en otros estados se sostiene que las estampillas constituyen un requisito monetario similar a un impuesto electoral, que afecta más a las comunidades minoritarias y de bajos ingresos.
Las organizaciones que defienden el derecho al voto dicen que son un impedimento más para votar.
“Cobrar dinero por el derecho al voto es inconstitucional, ya sea un centavo o un dólar”, dijo Sean Young, director legal en Georgia de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que representa a Black Voters Matter. “Muchos votantes carecen de acceso a Internet. Muchos votantes carecen de una tarjeta de crédito, que se requiere para comprar estampillas en línea. Un votante no recibió su paquete de estampillas durante dos semanas después de haberlo pedido”.
Quienes se oponen a la propuesta del secretario de gobierno Frank LaRose argumentan que el franqueo prepago podría hacer que se soliciten más papeletas de voto por correo de las que se utilizarán.
Los votantes que solicitaron una boleta por correo pero que por cualquier razón opten por votar en persona el día de las elecciones tendrán que emitir un voto provisional para que las juntas electorales locales puedan estar seguras de que no votaron dos veces. Habitualmente se rechazan alrededor del 20% de las boletas provisionales.
**Información de medios **Foto: Especial
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