homopolíticus
- La Honestidad de Brito Lilington [†]
FALTAN 19 DÍAS PARA LAS VOTACIONES
Para sonrojo de algunos candidatos que debían estar, pero en la boleta de arresto, el voto nulo será mayor que los conseguidos por ellos en el Súper Domingo. La mayoría quisiera voto en cascada, es decir, voto masivo a favor de un acrónimo porque se sienten perdedores, pero no habrá tal, por más esfuerzos que hagan y más dinero que gasten.
Ni una ola MORENA, como la ola Fox o la ola AMLO, haría ganadores a todos los candidatos a todos los cargos. A 19 días de las urnas, el partido en el poder tiene 40 por ciento de la votación, frente al 47 del PAN-PRI-PRD, con apenas 7.6 para MC y el resultado general con 4.12 de voto nulo. Si la participación total contara 61.9 millones de boletas cruzadas-válidas-contadas, estaría asegurada la pérdida del registro de los partidos parasitarios.
De cumplimentarse la predicción —61.9 mdv—, con base en un estudio serio de Cyber Darwin, se debe ir tomando nota para no llamarse a sorpresa: en Morelos, los votos totales, el tanto por ciento de la votación, los numerales por candidato y los votos que no cuentan, proyecta que MORENA aseguraría 479 mil 447 votos, el PRI-PAN-PRD 464 mil 137 y MC 64 mil 520 —sí: lo doble del voto nulo—, todo ello con un millón 039 mil y cacho de votos en total.
A reserva de ir diseminando los numerales de las otras ocho entidades donde se renovará el poder Ejecutivo, Xóchitl Gálvez ganaría en Morelos la Presidencia y Margarita González la gubernatura. En 19 días, los indecisos y los nuevos votantes y hasta 24 años —en empate con los electores de 60 años en adelante—, pueden desfacer entuertos, si las casas de campaña dejan las denostaciones para cuando vayan al lavadero, pues provocan abstencionismo que beneficia al partido en el poder. ¿Lo ha analizado-calculado-sopesado la casa de inteligencia de Lucy Meza? No.
A 20 días de ir a las casillas, la violencia ha desalentado la participación tanto como la incidencia delictiva, y por ello en Cuernavaca, donde las familias prefieren a una mujer en el cargo de alcaldesa, porque las mujeres son más honestas y más trabadoras que los hombres —aunque no en todos los casos, habiendo registros de ello—, el empate es técnico, con una ligera ventaja de Alejandra Flores ante un José Luis Urióstegui que ha tenido mal desempeño político y gubernamental. ¿Lo ha analizado-calculado-sopesado la casa de inteligencia de Ale Flores? tampoco.
Una lectura de tercer grado, hasta 99 palabras por minuto, con fluidez y, sobre todo, comprensión lectora, descubre que a menor votación nacional —6.5 por ciento de más abstencionismo— beneficia a MORENA, y Claudia Sheinbaum ganaría. Y, a mayor participación en las urnas, Xóchitl ganaría.
El mismo escenario se daría en la votación de Cuernavaca y Morelos, para la alcandía y gubernatura. Ya falta menos para saber si los indecisos salen a votar, si los anulistas son convencidos de sufragar y si los partidos parasitarios consiguen votos de caridad antes de perder el registro. El voto del miedo podría hacer guardar a los votantes en sus casas en beneficio de MORENA y en otros casos las encerronas domiciliarias para cenar o desayunar movilizaría los votos seguros en favor de las oposiciones, con un PRI que más sabe por priísta que por diablo.
letraschiquitas
Gran conversador y escribiente, Arturo Brito Lilington [†] no paraba. Escribir su columna de política le llevaba hasta tres horas, escribiendo y platicando. Escribía con una limpieza envidiable, como hablaba. No se le iba ni una coma ni una mala palabra. No había qué corregirle. Facilitaba el trabajo de redacción. Tenía una memoria de elefante. Todo sabía. Era el Negro, lo es aún, un periodista hecho a la vieja escuela. O memorizaba o tomaba apuntes en su libreta de taquigrafía. Luego llegó la molesta por engorrosa grabadora con audífonos y chupón para grabar entrevistas telefónicas. Brito Lilington vivió con honestidad y con honestidad murió. Como el águila real, que admiraba. Como periodista —y como hombre—, nunca le interesó el dinero ni los reconocimientos, de ahí su grandeza. Era, como dice Saramago, una persona pacífica, sin demagogia ni estrategia.