NO PASA….NADA
Por: Jesús Solano Lira
A punto de cerrar el año, es una realidad que una de las poblaciones más vulnerables en el país continúa siendo la niñez y la adolescencia, confirma un documento elaborado por el UNICEF México y el CONEVAL. Si bien es cierto que ha habido avances, no crea que todo es color de hormiga, por los programas de protección social que ayudaron a reducir la incidencia de pobreza infantil y adolescente, a través de las mejoras en los niveles de ingreso de los hogares.
Pese a que entre 2020 y 2022, la pobreza infantil en México se redujo del 52.6% al 45.8%, lo que representa una disminución de 6.8 puntos porcentuales, la situación de pobreza para la niñez y adolescencia indígena es particularmente grave.
Y ahí le va, de acuerdo con el UNICEF y el CONEVAL, la mitad de ellos viven en condiciones de pobreza extrema (50.2%), y casi su totalidad no tiene acceso a la seguridad social (93.9%).
Ahora bien, se mantiene el enorme abismo entre el sur y el norte, y no es por cuestionar a los gobiernos de Chiapas y Oaxaca, que además de desastrosos, nada hicieron por contener la pobreza, y las disparidades en la pobreza infantil y adolescente en la región sureste, es del 62.5%, comparado con la región noroeste, que es de (24.0%).
Y no es por echarle más sal y limón a la herida, peroooo datos de la organización internacional World Vision México (WVM), señalan que de los 38.2 millones de niños que habitan en el país, 4.5 millones viven en condiciones de vulnerabilidad extrema.
Si bien es cierto que los gobiernos de Morena se han “esmerado” por atacar este fenómeno, de acuerdo con WVM, está situación “no solo impacta su presente, sino que también amenaza su desarrollo integral y su capacidad para escapar del ciclo de pobreza en el que se encuentran”.
Para la organización, la vulnerabilidad infantil es una de las preocupaciones más críticas en el país y se profundiza cuando los menores carecen de acceso a recursos básicos para su desarrollo, como educación, salud y seguridad social.
También dicha organización destaca que las entidades con más niños vulnerables son: Chiapas en primer lugar con 711 mil 736 menores vulnerables, el Estado de México, con 669 mil 429 menores. A ese orden, le siguen Veracruz, con 437 mil 155 casos, Guerrero, con 389 mil 509 niños vulnerables y Oaxaca con 367 mil 993 casos.
“Estas cifras no son solo números, sino vidas que enfrentan barreras insuperables”, advierte WVM. Para la organización, los datos muestran “un vínculo claro entre la pobreza y la falta de oportunidades”, y no sólo eso, agrega que en hogares con una jefa de familia, los infantes sufren más de tres carencias sociales como salud, seguridad social y alimentación nutritiva.
Si eso pasa en zonas semi rurales y urbanas, la situación es más grave para los menores de cinco años que pertenecen a comunidades indígenas, donde la vulnerabilidad es “desproporcionadamente alta” y el acceso a servicios básicos es limitado. Señala que: “A medida que disminuye el nivel educativo del jefe del hogar, se incrementa la precariedad en la que viven las niñas y niños”. Además, esos factores sumados a la falta de políticas públicas efectivas, hacen que los niños en entornos rurales vivan en exclusión y abandono.
“La violencia es un factor devastador en la vida de estos niños”, pues son víctimas de violencia física, psicológica, sexual y económica, lo que se agrava su condición, advierte WVM. “La vulnerabilidad infantil en México no es solo un tema de cifras; son millones de vidas que están en juego.
Si no tomamos acciones contundentes, menores y adolescentes seguirán atrapados en un ciclo de pobreza que condiciona su presente y compromete su futuro,” advierte Malcom Aquiles, director de Incidencia en Políticas Públicas y Movilización de WVM. Para WVM, la situación de vulnerabilidad que enfrenta la niñez en México exige una respuesta integral y colaborativa, por lo que el trabajo conjunto entre el gobierno, las empresas privadas y la sociedad civil es esencial para transformar esa realidad, con políticas públicas más inclusivas, el compromiso del sector privado y la participación activa de la población.
NO PASA…NADA, le agrade el favor de su atención. Tomaremos unos días de asueto, nos vemos en el 2025, pase unas excelentes fiestas. Le deseamos éxito, prosperidad y salud, abrazo apapachador.