La plataforma de redes sociales X, anteriormente conocida como Twitter, publicó este miércoles su primer informe de transparencia desde que fue adquirida por Elon Musk. El informe detalla las prácticas de moderación de contenido y revela que la compañía eliminó millones de publicaciones y suspendió numerosas cuentas durante la primera mitad del año.
Entre enero y junio, X suspendió cerca de 5.3 millones de cuentas, una cifra significativamente mayor en comparación con los 1.6 millones de cuentas suspendidas en el mismo periodo de 2022. Además, la plataforma eliminó o etiquetó más de 10.6 millones de publicaciones por violar las normas de la plataforma, de las cuales 5 millones fueron catalogadas como violaciones a su política de «conducta odiosa».
Las publicaciones con «contenido violento» sumaron 2.2 millones, mientras que aquellas etiquetadas por «abuso y acoso» alcanzaron los 2.6 millones. Sin embargo, el informe no distingue cuántas publicaciones fueron eliminadas y cuántas fueron etiquetadas.
Este informe marca un cambio significativo en la gestión de X desde que Musk asumió el control. En abril de 2023, la empresa publicó un blog en lugar de un informe formal, señalando que durante los primeros seis meses de 2022 había obligado a los usuarios a eliminar 6.5 millones de contenidos, un 29% más en comparación con la segunda mitad de 2021.
Desde la llegada de Musk, la plataforma ha sido objeto de críticas por volverse más caótica y, según algunos, más tóxica. Musk ha sido acusado de promover teorías conspirativas y ha tenido enfrentamientos públicos con líderes mundiales y políticos. Recientemente, X fue prohibida en Brasil después de una disputa entre Musk y un juez del Tribunal Supremo brasileño relacionada con temas de libertad de expresión y cuentas de extrema derecha.
Para aplicar sus políticas, X utiliza una combinación de aprendizaje automático y revisión humana. Los sistemas automatizados pueden actuar directamente o señalar el contenido para que los moderadores humanos lo revisen. La empresa señaló que las publicaciones que violan sus políticas representan menos del 1% de todo el contenido en la plataforma.
Cuando Musk decidió comprar Twitter en 2022, lo hizo bajo la premisa de que la plataforma no estaba cumpliendo con su potencial como espacio de «libertad de expresión». Sin embargo, desde la adquisición en octubre de ese año, ha despedido a una gran parte del personal y ha implementado cambios que han llevado a una salida constante de celebridades, figuras públicas y usuarios habituales.
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