Yo Campesino
* Cuando México esté en bancarrota, quién nos va a ayudar ¿Cuba, Venezuela o Nicargua?
Miguel A. Rocha Valencia
Dice el dicho que en el pecado va la penitencia, lo cual podría aplicarse perfectamente a las acciones del Profeta de la 4T, quien en su cruzada por pauperizar a los mexicanos para convertirnos en una sociedad mediatizada y dependiente de “sus dádivas”, no parece contemplar que los ingresos y reservas se acaban aceleradamente cuando no hay actividad económica, baja la productividad y desaparece la inversión.
Si, tal como ocurre en los gorilatos americanos, donde las sociedades expulsaron a millones de sus integrantes a naciones capitalistas en busca de oportunidades de superación y libertad y que hoy el ganso quiere socorrer a través de compras y convenios que sólo encubren financiamiento a las dictaduras.
Lo que no miden los cuatroteros es que el auxilio que podría recibir México de parte de los integrantes del Foro de Sao Paulo, serán guerrilleros, expertos en matazones y persecuciones políticas y obviamente vividores de los sistemas dizque izquierdosos que sólo encubren a cúpulas de poder enriquecidas por el autoritarismo que ejercen.
En esos países los dictadores consumieron recursos dejados por capitalistas, pero una vez agotados y luego de la gran fiesta, vino la cruda donde los dueños del poder tienen todo y al pueblo bueno, le dan migajas que al final, no alcanzan y es entonces cuando piden a sus cómplices ayuda para disminuir las presiones sociales.
Y está bien que se junten los de su clase, mientras sus respectivas sociedades se los permitan ya sean adormecidas por un adoctrinamiento trasnochado que habla de tiempos idos y promesas de redención o por la entrega de dinero fácil, sin esfuerzo, en un ambiente sin competencia por mejorar simplemente porque no hay para dónde de manera individual ni colectiva y el único camino a la superación es servir ciegamente al régimen, incluso con la traición a los suyos.
Pero en el fondo, el dinero cuenta, por eso los regímenes socialistas del siglo pasado se abrieron y aceptaron la proliferación de oligarquías que se aprovecharon del control de masas, salarios y libertades, especialmente las gremiales como hoy se busca hacer en México, deteriorando a las agrarias y obreras no oficiales y a las que se acusa de corruptas justo como manda el manual del buen dictador, para quien todos son parte de la podredumbre, menos él sus súbditos.
Quienes hemos visitado ese tipo de países y hablamos de las libertades que tenemos en México, se asombran, en especial por la de expresión que resulta impensable en esas naciones a pesar de ser potencias económicas-capitalistas, sustentadas en industrias, asignación de tareas productivas, controles de precios, monetarios y movilidades, pero con regímenes autoritarios.
Hay otros como los americanos, que hemos visto empobrecerse, con regímenes revolucionarios-militarizados que “antes”, tuvieron auge, sus habitantes podrían aspirar a superarse y hoy con la socialización de la pobreza, la supresión de inversiones, iniciativa privada “explotadora” y con ella las industrias, sólo quedan los recursos naturales que sobre explotados no dan para “repartir la riqueza” que generalmente se aglutina en las familias gobernantes. De ellas hay muchos ejemplos donde los Juniors buenos para nada, resultan millonarios y se dan vida de príncipes, sí, así como los hijos de ya saben quién.
Por eso no resulta extraño que quien se asume como líder de ese grupo de países, afortunadamente pequeño, quiera comprar ese liderazgo como adquiere la sumisión y lealtad de sus seguidores aquí en México. De ahí los contratos para traer médicos, comprar vacunas o cualquier otra cosa a Cuba, con lo cual también se importan ideologías nada extrañas, pero sí pasadas de moda.
De ahí también los convenios para comprar comida a Venezuela cuyo petróleo ya no alcanza para sostener la dictadura ni quietas a las masas empobrecidas. De Nicaragua, poco hay que comprar o no ser el ron Flor de Caña añejado o minero, aunque hay otros traídos de Cuba o las demás Antillas que le hacen competencia.
En esos países el sello característico, es la migración, la pobreza, mendicidad disfrazada o abierta y desde luego, la prostitución como práctica institucionalizada y convertida en atractivo turístico como en Cuba con las famosas “jineteras”.
A eso quiera llevarnos el ganso, por eso sus agravios a la instrucción de excelencia, a la universidad e incluso su ofensa a los médicos mexicanos a quienes califica de neoliberales, cuando en realidad se les niegan la residencias, especializaciones y desde luego, salarios dignos.
Difícil que en México se instale un régimen como el anhelado por el mesías tropical; tendrían que pasar muchos años, muchas cosas e incluso violencia, sin necesidad de importados; aquí hay muy buenos guerrilleros con ideología propia. México, su economía, su gente, preparación, religión y cultura, son más que un aspirante a tiranozuelo de tercera.
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