Destapada la cloaca en Pemex Exploración y Producción, tras la “renuncia” de Carlos Arnoldo Morales Gil a principios de febrero y el escándalo de Oceanografía, su prestadora de servicios, no se restringe exclusivamente a esta empresa comandada por Amado Yáñez –hoy bajo arraigo de la PGR–, hay que hacer una revisión hacia el interior de la empresa para tener una idea del miasma que corre en los sótanos de esta filial de Pemex, de lo podrido que está ese organismo, gracias al andamiaje que construyó su ahora ex director general. Muy al estilo de la Camorra siciliana, por lo que bien le viene el mote de “El Padrino”.
Para empezar, tenemos dos joyas: Compañía Mexicana de Exploraciones, filial de Pemex (participa con el 50%), dirigida por quien ha sido señalado como un gran corrupto, un verdadero pájaro de cuenta, Adán Ernesto Oviedo Pérez (palafrenero de Morales Gil), y la Unidad de Negocios de Perforación, órgano que actúa como autónomo dentro de la organización y dirigida por Baudelio E. Prieto de la Rocha (compañero de generación –de corruptos– de Morales Gil).
Oviedo Pérez fue un verdadero fiasco cuando “fingió” como subdirector de Exploración: las reservas se fueron a la baja y la restitución de las mismas nunca llegó, pero ¿y los 100 mil millones de pesos –sí: 100 mil millones de pesos– que erogó durante su gestión? ¿Dónde quedaron? Se le deben fincar responsabilidades por ese incumplimiento, porque el dinero es de nosotros los contribuyentes al erario. ¡Ah!, y porque –no se ría– Pemex “es de todos los mexicanos”.
Este Oviedo Pérez fue quien, en 2003, enviado por “El Padrino” a Houston, entregó toda la información estratégica del proyecto Aguas Profundas a las compañías norteamericanas. ¿La información es propiedad de los gringos? No, la información es propiedad de la Nación, conjuntamente con el subsuelo y los hidrocarburos, y por ello también se les deben fincar responsabilidades a Morales Gil y a Oviedo Pérez, mismas que pueden ser de traición a la patria.
Aún más, entre ambos han utilizado a la Compañía Mexicana de Exploraciones (Comesa), dependiente de la Secretaría de Energía, para evadir la Ley de Obra Pública y no llevar a cabo licitaciones públicas para los estudios sísmicos que cubrieron todo el Golfo de México (Aguas profundas), donde han hecho levantamientos con inversiones de varios miles de millones de dólares fuera de la ley. También evaden la ley en las asesorías de Pemex Exploración y Producción por varios miles de millones de pesos, en las que compran estaciones de trabajo y servidores para los sistemas interactivos. Sería conveniente que la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación revisaran toda la documentación de esta filial por los últimos diez años y seguramente encontrarían grandes sorpresas de la dupla de hampones.
LA OTRA JOYITA
En el caso de la Unidad de Negocios de Perforación, dirigida por Baudelio E. Prieto de la Rocha, en una forma engañosa en sus estados financieros se señala un presupuesto anual ínfimo, pero en realidad maneja el 80% del presupuesto de Pemex Exploración y Producción (200 mil millones de pesos anuales), formado por la aportación de todas las áreas que tienen pozos programados en el año. Ese presupuesto lo manejan sin transparencia. Los costos de perforación son altísimos y las fugas de dinero son grandes debido a su ineficiencia. Una vez iniciado un pozo, éste es un barril sin fondo y casualmente Carlos Morales Gil giró instrucciones para que se le transfiriera a esa unidad todo el dinero que solicitaran. En realidad es la “caja chica de Pemex”.
Es necesario que la Secretaria de la función pública y la Auditoria Superior de la Federación, también aquí, auditen los estados financieros de este órgano con la finalidad de que detecten a donde van a parar esos miles de millones de pesos.
Dineros de cuyo destino seguro sí sabe Morales Gil, “El Padrino” de esta trama corrupta.
Índice Flamígero: Hay quienes opinan que quieren echarle tierra al asunto de Oceanografía, porque de esa manera no se le seguiría el hilo a la corrupción dentro de Pemex, en la que están inmiscuidos directores generales como Juan José Suárez Coppel y Luis Ramírez Corzo; ex presidentes de república y secretarios del despacho presidencial. Quienes así lo afirman brindan algunos nombres de la mafia de Carlos Morales Gil, compañeros y alumnos, pero también cómplices en la corrupción de Pemex Exploración y Producción: José Refugio Serrano Lozano, Félix Alvarado Arellano, José Luis Fong Aguilar, Juan Arturo Hernández Carrera, Moisés Ithuriel Orozco García, Antonio Narváez Ramírez, José Antonio Escalera Alcocer, Javier Hinojosa Puebla, Fernando Flores Rivera, Luis Octavio Alcázar Cancino, Juan Manuel Riaño Caraza, Miguel Ángel Hernández García, Arturo Ramírez Rodríguez, Gonzalo Rodríguez Aguilar. Algunos que se fundieron como fusibles por avorazados o no cumplir con las metas ($), como: Maclovio Yánez Mondragón (pagó 20 millones de pesos por su secuestro y es sobrino de Amado Yánez Osuna de Oceanografía, por lo que valdría la pena investigarlo para saber el origen de los cuantiosos millones de pesos que posee), Eduardo Fernández Venegas, Heberto Rodríguez, Eduardo Alfredo Guzmán Baldizán (se enriqueció hasta la saciedad en Poza Rica, hubo denuncias, pero no pasó nada), Filiberto Anaya López (tiene una averiguación iniciada en el 2002 por el robo de diez compresoras que se utilizarían en pozos de baja presión, cada una con un valor de un millón de dólares), Quintín Cárdenas Jammet, Juan Manuel Sánchez Bujanos. Aquí están las pistas, dicen. ¿Las seguirán? ¿Usted qué cree?
Yo lo que creo, es que no sabes redactar.
Acabo de desperdiciar tres minutos de mi vida leyendo esta estupidez (chismes que seguramente leiste en un volante de “MORENA”)