DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Después de liberar a Israel Vallarta que purgó 19 años de cárcel, sin ser sentenciado en ese tiempo, vale la pena preguntarse cuántos casos más similares o parecidos a este existen en México.
Queda en evidencia que la justicia nuestra es lenta y cansada y existen decenas o cientos de casos donde los acusados son remitidos a cárceles de alta seguridad, sin que lleguen sus sentencias.
El caso de Vallarta es emblemático ya que atrajo la atención pública durante meses y años, revelando una serie de secretos de la forma de operar de las agencias de seguridad y policías mexicanas.
Vale la pena recordar como en aquel diciembre de 2005, el que se consideraba el modelo de policía mexicanos, Genaro García Luna, director de la AFI, ordenó un espectáculo que atrajo la mirada de los televidentes y mantuvo el tema en conversación nacional.
En el canal de televisión más visto de aquel entonces y en el noticiario más popular, en horario estelar, se publicitaba un operativo en contra de una banda de secuestradores que causó sorpresa, ya que se decía que era en vivo.
Sin embargo, luego se supo que el operativo si era en vivo, pero la detención de los personajes había ocurrido un día antes y que era un simple montaje que pretendía la eficacia de la policía mexicana.
La evidencia fue mostrada y el único personaje de los que intervinieron que fue cesado, fue el reportero que cubría la fuente y narraba los hechos.
El tema adquirió tintes de internacional, por estar involucrada una ciudadana francesa que logró salir liberada casi una década después.
Sin embargo, Vallarta seguía detenido, aunque no se consolidaban las pruebas de su culpabilidad.
Lo acusaron de otros delitos que tampoco se pudieron comprobar, lo torturaron, detuvieron a varios familiares más que aún se encuentran presos, y al igual que la ciudadana francesa, Vallarta fue liberado solamente él.
Una y otra vez se mostró que era un montaje y los responsables del mismo, Genaro García Luna y su segundo de a bordo, Luis Cárdenas Palomino, lograron una ascenso, al ser ubicados como secretario de Seguridad del gobierno federal, el primero y el segundo su colaborador.
Ni siquiera cuando se mostró que García Luna y Cárdenas Palomino eran unos pillos, Vallarta lograba que su caso se agilizara y hasta el entonces Presidente López Obrador intervino para plantear la posibilidad de una amnistía.
Siguió esperando, hasta que 19 años y medio después de ser detenido se aprobó su libertad, saliendo libre, sin cargos de ninguna clase.
El caso Vallarta refresca una herida en el sistema judicial mexicano que deja en claro las deficiencias que se tienen y que alertan sobre lo que puede suceder con la nueva aventura del Poder Judicial que inicia operaciones el próximo primero de septiembre.
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Solamente se conoció el nombre de Omar Reyes Colmenares como eventual sustituto de Pablo Gómez en la UIF y comenzaron a circular historias que hablan de un negro expedientes de su pasado, habrá que confirmarse la certidumbre de las mismas…Por cierto que Santiago Nieto, ex de la UIF experimenta con su presencia en Querétaro, donde se muestra como prospecto para la candidatura de MORENA al gobierno del estado aunque no crece en el ánimo ciudadano y lo ven como un advenedizo.
Email: ramonzurita44@hotmail.com
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