La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Para una candidatura coja: ¿servirá un bastón…de mando?
Sin saber el final de la tragicomedia, se puede afirmar que, la postura de Marcelo Ebrard, echó a perder la celebración de la 4T, respecto del ungimiento de su futura candidata presidencial, claro está, tiene justificadas razones para hacerlo. ¿Qué sigue?
Lo natural, consiste en que Marcelo impugne las ‘inconsistencias’ en los respectivos órganos jurisdiccionales, debe cumplir con el proceso, sin embargo, con toda la estructura de poder de la 4T, cabildeando en su contra, es complicado que las querellas prosperen.
En cualquier sentido, la rebelión del convidado de piedra, insistimos, abolló todo el mecanismo implementado por MORENA, además, dio al traste con los supuestos (falsos), de que se trataba de una estrategia democrática que sepultaba la práctica del ‘dedazo’.
La candidatura de Claudia Sheinbaum, estaba más que cantada, así pues, se infiere que Ebrard contendió para, en su momento, poder legitimar su hipotética ruptura, ergo, se trata de una ruta previamente trazada que aún no concluye.
Lo interesante, vendrá cuando, cumplido el camino legal, el astuto personaje tenga que tomar la decisión final: ser o no ser, este será el quid de la cuestión.
Este round, lo ganó Ebrard en términos mediáticos, desvirtuó toda la pantomima armada por YSQ, para solaz de la oposición, los cuales se darán vuelo criticando el amañado proceso.
Pero, pasado el mal trago, vendrá la feroz revancha ¿podrá el sublevado cumplir su objetivo?