Epistolario
Por Armando Rojas Arévalo
NORMA: Anteayer, precisamente cuando en el Congreso de los Estados Unidos militares de alto rango juraron y revelaron que hay extraterrestres en nuestro planeta, el mesías aseguraba, para no quedarse atrás, seguramente refiriéndose a alguno de los mundos de donde estamos recibiendo visitas, “Estoy como pavorreal, se ha reducido la pobreza”. Alguien quiso preguntarle, pero le dio pena: ¿En Mercurio o en La Luna?
Se pavoneaba con unas estadísticas pocas claras del INEGI, de que gracias a la 4 T bienhechora “hemos logrado reducir la pobreza en el tiempo que llevamos en el gobierno…la gente tiene capacidad de comprar y no sólo no hay crisis de consumo, sino que se reactiva la economía, el comercio y nos va bien a todos”
O sea, Dinamarca ya valió y ahora querrá ser como México, por aquello de que ya todo es felicidad.
El mesías habla de que la pobreza va disminuyendo, cuando el concepto, o mejor dicho el término “pobreza” se relaciona con la nutrición, agua potable, vivienda, educación, atención de la salud, seguridad social y mental, calidad y servicios básicos en la vivienda, ingresos y cohesión social, según la definición de “desarrollo social”.
¿Hemos avanzado en esos renglones? Más bien, hemos retrocedido. ¿En qué porcentaje hemos ido para atrás en salud, educación, las artes, ciencia y tecnología en este gobierno? No lo sé, pero ha habido retroceso, y no sólo eso, sino que nos estancamos. Este período ha sido una especie de etapa oscurantista en la que vamos en reversa. Bueno, eso sí las la chamanería, la brujería y las ciencias ocultas se pusieron en auge. El presidente se exhibe públicamente en los ritos en los que le hacen “limpias” y le llenan de “detentes”.
Sólo para darte una idea del retroceso o el estancamiento en ciencia, México sólo invierte el 0.43% de su producto interno bruto en esa materia, lo que nos coloca en este rubro en el país número 34. China, tal vez la nación con mayor crecimiento económico en los últimos años, es la segunda potencia mundial e invierte el 1.84% de su capital a la ciencia.
Este gobierno pasará a la historia por el desastre que ha hecho, en la política, la democracia, la educación, en los eco sistemas, etcétera. Nos faltaría espacio para decir todo el daño que ha hecho en la convivencia entre mexicanos.
Por otro lado, mientras el movimiento mundial para detener el cambio climático apunta sobre la producción y utilización de energías limpias (solar, eólica, etc) , este gobierno alienta la producción de energía de origen fósil, como el petróleo. Compró en 600 millones de dólares la refinería de Deer Park, Texas, para, junto con la de Dos Bocas (en Tabasco), que ha costado casi ¡13 mil millones de dólares! (casi el doble de lo que originalmente se anunció), para, dice el presidente, lograr la autosuficiencia en la producción de gasolina, cuando en dos o tres años más los autos serán eléctricos.
Los hospitales del IMSS y el ISSSTE ya son anticuados y obsoletos, los elevadores no funcionan, son una especie de ascensores de la muerte; no hay camas y no tienen medicamento este presidente gasta y gasta en obras no prioritarias como el Tren Maya, en cuya construcción se ha cometido un fatal ecocidio, pues ha desforestado la selva de la península yucateca con el consiguiente daño ambiental. El proyecto insignia de este gobierno arranca y termina en Palenque, justamente a unos metros del rancho del mesías, La Chingada. El costo, nada más y nada menos es de 360 mil millones de pesos.
¿Y la salud? Preguntarás. Bien, gracias. Los enfermos que se mueran. No hay medicinas porque el gobierno dirige sus inversiones a proyectos que han sido alentados por el capricho de un presidente, al que la salud de la población, la educación y el impulso de las ciencias, la cultura y la tecnología en general le valen un cacahuate.
En educación vamos para atrás, también. Mientras este gobierno le imprime a la educación a través del libro de texto gratuito, un sesgo ideológico, en Japón, por ejemplo, se impulsa un nuevo sistema educativo para formar a los niños como «Ciudadanos del mundo», no como japoneses. El revolucionario plan piloto llamado «Cambio Valiente» (Futoji no henko), basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius es un cambio conceptual. Entenderán y aceptarán diferentes culturas y sus horizontes serán globales, no nacionales. El programa de 12 años, está basado en los conceptos:
Cero materias de relleno. Cero tareas.
Solo tiene 5 materias, que son: Aritmética de Negocios, las operaciones básicas y uso de calculadoras financieras. Lectura. Civismo (Entendiendo éste, como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo y el respeto a la ecología y medio ambiente). Computación. Office, internet, redes sociales y negocios on-line.
Empiezan leyendo una hoja diaria del libro que cada niño escoja y terminan leyendo un libro por semana.
Idiomas. Cuatro ó 5 Alfabetos, Culturas, Religiones, entre japonesa, latina, inglesa, alemana, china, árabe; con visitas socializadoras de intercambio a familias de cada país durante el verano.
La resultante de este programa será: Jóvenes que a los 18 años hablan 4 idiomas, conocen 4 culturas, 4 alfabetos. Son expertos en uso de sus computadoras y celulares como herramientas de trabajo. Leen 52 libros cada año. Respetan la ley, la ecología y la convivencia. Manejan la aritmética de negocios y finanzas al dedillo.
¿Contra ellos van a competir nuestros hijos’, o sea los “becarios” de “jóvenes construyendo el futuro (los famosos ni ni)? Dime tú qué futuro les espera a nuestras nuevas generaciones.
Hay que dejar que don LO siga sintiéndose pavorreal. En Neptuno lo aplauden.
P.D.- Don LO está muy enojado con la directora de la DEA, porque el organismo anti drogas afirma que el Cartel Jalisco Nueva Generaciòn y el Cártel de Sinaloa tienen alrededor de 44 mil elementos en 100 países. ¡No es cierto, no es cierto!, dijo hoy en la mañanera en Tepic. ¿Por qué se enoja tanto?
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