LOS CAPITALES
Por EDGAR GONZALEZ MARTINEZ
Durante 17 meses consecutivos, las remesas de trabajadores mexicanos en Estados Unidos han aumentado consistentemente, en una racha que inició el mayo de 2020. En el mes de septiembre entraron a México 4,403 millones de US dólares (md), +23.3% a tasa anual. Las favorables condiciones laborales en EU, no hay duda, están impulsan las remesas a México de una forma persistente, no obstante que la tasa de desempleo de la población migrante mexicana fue de 4.1% en septiembre de 2021.
Así, las remesas a México han acumulado 37,334 millones de US dólares durante los primeros nueve meses de 2021, lo que representa un incremento de 24.6% respecto del mismo periodo del año anterior. De seguir esta tendencia en los restantes tres meses del año, las remesas superarán para cierre del año los 50 mil millones de US dólares. Al respecto, analistas del BBVA México nos dicen que siete entidades federativas concentraron la mitad de las remesas: Jalisco (10.2% del total nacional), Michoacán (9.7%), Guanajuato (8.3%), Estado de México (6.1%), Ciudad de México (5.7%), Guerrero (5.0%) y Oaxaca (4.6%).
En el periodo enero – septiembre de 2021, el 99.1% del total de los ingresos por remesas fue a través de transferencias electrónicas, al alcanzar 36,981 millones de dólares. Por su parte, las remesas efectuadas en efectivo y especie2 y las money orders representaron el 0.5 y 0.4% del monto total, al situarse en 185 y 168 millones de dólares, respectivamente.
Preocupa a inversionistas la inflación y nueva ola de contagios a nivel mundial.
Las dudas sobre el crecimiento económico mundial, con una inflación en niveles altos, siguen pesando en el ánimo de los inversionistas. Sobre el PIB estadounidense, afectado por la nueva ola de contagios de coronavirus y los cuellos de botella, la cifra confirmó la ralentización esperada en la recuperación económica, pero la situación está lejos de ser un foco rojo en términos de estancamiento.
El tema del Covid-19 volvió a ser noticia por el resurgimiento de casos y el establecimiento de nuevas medidas restrictivas para contenerlo, en específico en China y otros países de Asia Pacífico.
Por su parte, el precio internacional del petróleo (WTI) rompió su racha de semanas consecutivas de ganancias afectado por la noticia de que Irán acordó reanudar el mes próximo las negociaciones sobre su programa nuclear con las potencias mundiales a cambio del levantamiento de sanciones internacionales, en particular sus restricciones de exportaciones de crudo.
En México, el PIB del tercer trimestre del año confirmó las expectativas de CIBanco de que la economía mexicana registraría su primera contracción trimestral desde que inició la recuperación económica hace un año, particularmente afectado por el tema de la tercera ola de la pandemia, ajustes que sufrieron ciertas ramas de los servicios por la entrada en vigor de la nueva legislación del outsourcing y los cuellos de botella que afectaron a la industria manufacturera, en particular la automotriz. A pesar de ello, todavía es factible que el PIB alcance un crecimiento para todo el 2021 cercano a 6.0%.
El peso mexicano regresó al terreno negativo, presionándose de nuevo hacia $20.55 spot. A las dudas sobre el crecimiento económico, presiones inflacionarias se le suma la especulación sobre un posible anuncio del inicio del tapering por parte de la FED (esta semana).
Inversionistas buscan empresas mexicanas con perfil social y ambiental.
En el mundo de los negocios, se han modificado las reglas. Los inversionistas buscan empresas que tengan un enfoque ambiental, social y de gobierno corporativo. Y nadie va a invertir en negocios que no estén trabajando por lo menos en programas de sustentabilidad. Así, las empresas mexicanas que se lancen a conseguir capitales en el mercado internacional deberán cumplir con los condicionamientos sociales, nos dijo Carlos Argüelles, socio experto legal en fusiones y adquisiciones para inversiones de capital de riesgo de la firma legal Santamarina y Steta.
En efecto, añade, hay numerosas empresas mexicanas que están buscando financiamiento y las inversiones en México pueden crecer aún más, pero bajo nuevas reglas que ya están rigiendo en el mundo “El dinero está ahí, pero hay que hacer la tarea”, dijo. El especialista informó que, de acuerdo con información publicada por la plataforma de Transactional Track Report, el capital de riesgo en México ha tenido un crecimiento cercano al 180% desde principios de año y que, según datos de la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP), al cierre de junio de 2021, se invirtieron al menos 3,500 millones de dólares en 153 transacciones.
Carlos Argüelles subrayó que los capitales post COVID solo están mirando empresas que producen bienes y servicios con afectaciones mínimas o nulas al medio ambiente, a las comunidades sociales que la rodean y que tienen consejos de administración con políticas de transparencia en su información pública y códigos de conducta. “Ya hay varios corporativos mexicanos que cumplen con los preceptos de sustentabilidad, pero las PyMes y Start-Ups de emprendedores todavía tienen un camino por recorrer cuando son, precisamente, las que necesitan más de financiamiento”, concluyó.
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