- Con aumento en consumo de alcohol crecen cánceres en mujeres
Miguel A. Rocha Valencia
Es evidente el aumento de mujeres que consumen alcohol y con ello el número de féminas que se ven agredidas por diferentes tipos de cáncer especialmente en mama, boca, garganta, esófago, hígado, colon y recto, ante lo cual diversas organizaciones de salud alzan la voz para, por un lado, concientizar sobre este problema de salud y por el otro, disminuir o acabar con la publicidad que liga la ingesta de bebidas embriagantes con el éxito o la felicidad.
Como sabemos, octubre es el mes de la concientización sobre cáncer de mama establecido así desde 1985 por la American Cancer Society y la empresa Imperial Chemical Industries.
En ese marco, la Red de Acción sobre Alcohol (RASA) hizo un llamado al gobierno federal, incluyendo al Congreso para que impulsen una política nacional y fiscal que incremente los precios de bebidas alcohólicas, con el objetivo de hacerlas menos asequibles además la eliminación del marketing y la limitación de la disponibilidad de bebidas alcohólicas; políticas que permiten reducir los casos de cáncer asociados al consumo de alcohol.
Según la organización Rasa y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud, en 2022 registraron en México cuatro mil 793 nuevos casos equivalentes a 13 nuevos enfermos por día y de ellos 666 muertes de mujeres por cáncer de mama asociados al consumo de alcohol.
La OMC declaró a las bebidas alcohólicas, incluyéndola cerveza como sustancia cancerígena en humanos desde 1988. Desde entonces, diversos estudios han relacionado el consumo de alcohol con la presencia de al menos 7 tipos de cáncer, incluyendo el de mama del que se registran cuatro mil casos más al año.
Las mujeres que beben tienen 30 por ciento más de probabilidad de desarrollar cáncer de mama que aquellas que no lo hacen. Por ello, se recomienda que junto con políticas para combatir el problema, se asuman medidas preventivas como aplicar mayores impuestos, se regule la disponibilidad de bebidas alcohólicas, restrinja la publicidad, promoción y patrocinio, e incluya leyendas de advertencia con el riesgo de cáncer en los envases.
Y es que el problema se complica a medida que las damas aumentan el consumo más rápidamente que los varones e incluso, según los estudios la prevalencia se duplica en algunos grupos demográficos donde inciden factores como el estrés laboral, el aislamiento por la pandemia y la tendencia a usar el alcohol para enfrentar la ansiedad y el estrés.
Los expertos apuntan que la composición corporal de las mujeres también incide ya que tienen más tejido adiposo y menos agua que hombres de peso similar lo cual provoca una mayor concentración de alcohol en la sangre y más persistente. Las mujeres también tienen menos enzimas que metabolizan la bebida.
Estudios indican que el consumo de alcohol en mujeres fue más evidente entre las mujeres que entre los hombres. Por ejemplo, entre las damas de 26 a 34 años, el consumo excesivo de alcohol aumentó del 20,8 % al 25,9 %, pero solo del 45,7 % al 46,1 % entre los hombres.
Entre las mujeres de 45 a 64 años, el consumo excesivo de alcohol aumentó del 9.5 por ciento al 13 por ciento es decir, 3.5 puntos más, pero entre los varones el aumento fue de solo de 1.4 puntos al crecer del 26,9 % al 27,5 por ciento.
Es decir, son cada vez más mujeres las que consumen bebidas embriagantes y en mayor cantidad que los hombres y en ellas los efectos son más radicales.
De ahí la importancia de atender desde sus raíces el tema de los cánceres, especialmente el de mama donde está comprobado que el alcohol es un factor cada vez más determinante.
Ahí si ni modo, tal vez la política fiscal deba endurecer más las reglas incluyendo la de difusión de mensajes que ligan al consumo de bebidas espirituosas con el éxito y el bienestar, como se hace también con el juego que acaba patrimonios y destruye hogares.