- Datos de economía empeoran día con día; se ve muy negro
Miguel A. Rocha Valencia
Mientras el acarreo masivo se prepara para “celebrar” el séptimo aniversario de 4T en el poder, los datos financieros se tornan cada vez más alarmantes y muestran que el agradecimiento popular a Morena se finca en endeudamiento que en un año podría alcanzar el 60 por ciento del PIB y no en la productividad o el crecimiento del país, el cual, si bien nos va, alcanzará un miserable cuatro por ciento.
De entrada, el área de Estudios Económicos de grupo financiero Banamex plantea que México “se encamina a alcanzar un nivel de deuda bruta de 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2027, debido a una estructura fiscal que ya no da”.
Ese hecho es el que propicia que se sacrifique la inversión pública y “se terminarán aumentando los impuestos”, lo cual ya ocurrió incluso con algunos gravámenes que “no existían”.
El análisis advierte que la actual estructura fiscal “ya no es suficiente”, se agotaron todos los fondos de contingencias, se acabaron los dineros de fideicomisos y con las nuevas leyes y jueces, se aprieta a empresarios que prefieren irse a la informalidad.
Y aunque Banamex lo da como una posibilidad a futuro, los hechos demuestran que la inversión pública ya se cayó, aumentaron impuestos, se inventaron otros y ni con eso alcanza para enfrentar las obligaciones financieras del gobierno, especialmente en las áreas de servicios, pagos a capital y réditos de la deuda.
Uno de los puntos clave del análisis de Banamex es que el déficit público de los últimos años ha alcanzado cifras históricas hasta del seis y siete por ciento que se cubren con deuda y más deuda que a su vez, obliga a distraer recursos fiscales y recortes presupuestales así como de inversión y mantenimiento.
Eso hace prever que, con la actual estructura, México podrá alcanzar en los próximos años una deuda similar al 60 por ciento de su PIB, misma que arrancó esta administración en poco más del 49 por ciento.
Por su parte, el departamento de Economía de la Organización para la cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) insiste en que la incertidumbre ocasionada principalmente por la reforma judicial y la desaparición de organismos autónomos y reguladores “está frenando la inversión en México, y con ello su crecimiento”
El jefe de la sección México del organismo internacional considera que una renegociación favorable del T-MEC supondría un impulso para la inversión. “Más allá de la incertidumbre global, existen factores domésticos que han añadido incertidumbre y están afectando la inversión”.
Explica que la reforma judicial, dada su profundidad, ha generado incertidumbre sobre el funcionamiento del sistema judicial. Esto afecta especialmente a los inversores nacionales y, en particular, a las Pymes”.
También afecta la desaparición de los organismos autónomos que regulaban a sectores clave como energía y telecomunicaciones, una vez que los nuevos organismos reguladores apenas están comenzando a operar, y persiste la incertidumbre sobre su funcionamiento.
Por si eso no fuera suficiente, la percepción empresarial sobre la economía y sus negocios se deterioró nuevamente en noviembre y extendió la racha negativa que inició desde abril del año pasado como lo apunta el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (IGOEC) que reportó una disminución de 3.2 unidades en su variación anual, acumulando 19 meses en negativo y se situó en los 48.3 puntos, su menor nivel desde diciembre de 2022.
Todos sus componentes mostraron contracciones. El indicador de confianza de la industria manufacturera disminuyó 3.5 puntos; la confianza del sector de construcción 3.2 puntos; el comercio 4.2 puntos, y el sector de servicios privados no financieros se contrajo 2.6 unidades. La percepción de las empresas sobre la situación económica del país y sus expectativas se ubicó en noviembre en los 50.8 puntos, su menor nivel.
Pero eso si, sin responder a ningún criterio económico-financiero sino simplemente demagógico que nos hundirá más, ya se anuncia que se gastarán 150 mil millones más en comprar el agradecimiento popular para alcanzar el billón de pesos en programas sociales.
Total, pedimos más dinero prestado y a ver quién lo paga cuando venga la crisis.




