- Presume 4T falsamente datos de baja inflación y alta exportación
*Miguel A. Rocha Valencia*
Dice Victoria Rodríguez Ceja que los “incrementos de la inflación de este año, son menores” que los experimentados previamente y eso es un gran logro, por lo cual seguirán recortes a tasas de interés en Banxico; al mismo tiempo, se presume un aumento en las exportaciones que aumentaron su valor hasta en 7.4 por ciento, en especial las manufactureras.
Dicho así, el panorama pinta hasta pronosticar un crecimiento casi del uno por ciento del PIB para 2025 y de un poco más para 2026, con todo y el aumento de la deuda pública en casi 3.2 billones de pesos en sólo ¡dos años! Por los cuales habrán de pagarse cerca de 250 mil millones de pesos de intereses, sólo de ese bienio.
Al final, como diría el émulo de Plutarco Elías Calles y su Maximato, serían “logros pírricos” frente a lo que cuesta a los mexicanos en deuda avanzar una décima del PIB o bajar fracciones en la inflación general, ya que, por un lado, el peso del débito saquea al presupuesto y se lleva casi el 20 por ciento de los 10 billones autorizados y por el otro, la carestía subyacente obedece con realidad a las leyes del mercado.
Se tarta en ambos casos de asumir un par de fundamentales pero maquillados o de economía ficción, ya que si bien la carestía en la lista de básicos anda por los 3.65 y se le contiene de manera demagógica, la “otra inflación”, la subyacente se mantiene por arriba en un fenómeno que nunca se vio con los neoliberales y corruptos de “antes” y hoy ya es moneda corriente.
Y es que el control de precios por decreto, “amarra” algunos productos básicos, pero deja sueltos todos los demás, incluyendo las tarifas y servicios de públicos, rentas, ropa, transporte, refrescos, cárnicos y hasta papel de baño. Y de eso nadie se escapa independientemente de que en las mediciones del Inegi, no se aclara que los incrementos son constantes y a eso se debe que los carritos del súper o las canastas y bolsas del tianguis, se vean cada vez más vacíos.
La baja en las tasas de interés es buena para el gobierno porque disminuye los pagos por amortización de deuda por eso las recompras como las de los 10 mil millones de dólares para Pemex, pues disminuye sus montos en al menos cuatro puntos porcentuales que en pesos, son miles de millones, pero el débito sigue ahí y debe pagarse.
Beneficia a los solicitantes de dinero porque abarata los créditos, pero al mismo tiempo estimula el gasto y de alguna manera la inflación, sobre todo porque se inyectan miles de millones de pesos (programas sociales) sin sustento de una actividad económica productiva real, sólo compra de agradecimientos y aprobaciones del 73 por ciento en gestión de gobierno.
También se pondera un aumento del 7.4 por ciento en el volumen de las exportaciones, especialmente manufacturaras, pero no se aclara que el incremento de dinero responde a un mayor precio derivado de la aplicación de aranceles en diversos rubros de la economía, ya que lo del acero y aluminio ya está en boga.
Igual se comenta mucho el aumento de las inversiones extranjeras como los cuatro mil 200 millones para tres plantas relacionadas con el manejo de materias cibernéticas y de datos, pero no en infraestructura y menos que el plan es para lo que resta del sexenio, por lo cual hablaríamos de menos de mil millones de dólares anuales y eso, si no hay contratiempos.
No hay inversiones extranjeras en infraestructura, pero sí en recolocaciones de capital o utilidades por eso no aumenta el empleo ni el volumen de empresas.
Tan esa así que en el juego del nearshoring, México va perdiendo sobre todo por el tema de las marcas chinas que se reproducen como hongos y hacen competencia a las tradicionales armadoras ubicadas aun en territorio nacional.
Claro algunas de estas últimas ya triangulan sus producciones vía China-México y parecen hacerse dumping ellas mismas como sucede con Ford y su Territory, como lo fueron Focus, Mondeo, Ecosport, Edge y Kuga.
La británica MG con todos sus modelos, los Cadillac destinados al mercado internacional, como el XT5 y el CT6, se fabrican en China igual que la Envision de Buick y hasta algunos Kia o Volvo como el EX30 y el EX90.
Ahí está el conflicto ya que no sólo marcas chinas sino autos, camiones, trenes y trolebuses con matrices americanas, europeas y asiáticas se producen en plantas de ese país y usan a México como mercado plataforma de exportación.
En el tema económico-financiero México está en el alambre donde las presiones de Estados Unidos se reparten incluso a marcas del país vecino que por cierto, en el volumen de importaciones y exportaciones, se llevan la mayor tajada y lo que pagan de impuestos de ida lo asimilan en sus importaciones tanto de marca como de ensamblaje.
Por eso cuando nos hablen de inflación, exportaciones y crecimiento, hay que ver de qué se trata en el fondo y quien gana.