- Megafarmacia fondo de corrupción generó nuevos ricos y ¿Nada pasa?
*Miguel A. Rocha Valencia*
Precisamente cuando más se cuestiona la viabilidad de la democracia en México a grado tal que megaempresas abandonan al país, se les ocurre recortar aún más el presupuesto de instituciones electorales y judiciales en vez de atacar el mal gasto y la corrupción de dependencias que no cumplen una función de beneficio colectivo o de plano sólo sirvieron para generar nuevos millonarios.
Y como a los integrantes de la mayoría legislativa no hay quién les plante cara y sólo cumplen ordenes del Ejecutivo, le volverán a aplicar recortes tanto al Instituto Nacional Electoral como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y para no quedarse cortos, de una vez a toda la estructura de justicia del país.
“Nada más” a los recortes aplicados con anterioridad que obligó a reducir a la mitad el número de casillas y escrutadores, y con la mal llamada reforma judicial, se les van a reducir 18 mil millones de pesos para distribuirlos, dicen a otros rubros prioritarios como al sector educativo (universidades públicas) caminos y carreteras municipales.
Pero nada dicen los señores legisladores encabezado por Ricardo Monreal Ávila de los 15 mil millones que se dijo se recuperarían de los latrocinios en Segalmex y los tres mil millones más en contratos entregados a una mancuerna de hermanos en concesiones para “despensas” que dicen, se fueron a Venezuela y Cuba.
Tal vez ya no se hace tanto ruido porque en ese refuego de corrupción está metido también Rogelio Margarito Colmenares Páramo, hermano del auditor Superior de la Federación de la Cámara de Diputados, quien ocupó puestos gerenciales en Segalmex.
Será por eso que tampoco se insiste mucho en los montos inexplicados de las glosas del 2019 al 2023 de los presupuestos ejercidos por el Ejecutivo Federal y que sumarían alrededor de 300 mil millones de pesos que “no aparecen” ni siquiera en los contratos que se entregaron por mucho más a empresas fantasma con domicilios inexistentes o a nombre de empresas sin capacidad de cumplir los compromisos “acordados”.
Más aún, ya nadie quiere explicar el resumidero de dinero y corrupción en que está convertida la “megafarmacia del bienestar” que sin utilidad alguna, es un elefante blanco que sigue chupando dinero del presupuesto y nadie explica para qué pues ni siquiera de almacén sirve, pero si jala recursos multimillonarios para mantenimiento, nómina y desde luego todo mediante contratos directos con empresas prestadoras de servicios de los amigos de la 4T.
De acuerdo con una investigación de El Universal, ahí no hay ni papel de baño, se cerraron las cuentas que tenía registradas la secretaría de Hacienda en cuanto a sus gastos y lo último fue que a los 15 mil millones de pesos (ya les gustó la cifra) que ya tenía como gastos, se le proyectaron otros tres mil millones de pesos sin explicar para qué o para quién.
El caso es que de ahí distinguidos miembros de la 4T se han vuelto millonarios, pero en serio y bajo el falso justificante de la concentración y distribución de medicamentos, como en su momento fue la “compra” de pulmones mecánicos y la creación de la vacuna Patria. Par de fraudes que como se ve, ya quedaron impunes.
En cambio, a las instituciones electorales que en teoría serían garantes de la democracia en México, le aplicaron la tijera y lo mismo con todo el poder Judicial, convertido en un auténtico fiasco que muestra el tamaño del fraude que se cometí con la tal reforma y posterior elección.
Y claro más allá de la corrupción que todo ello implica, están las consecuencias de quienes si tienen la posibilidad de evidenciar la podredumbre y defenderse de ella: los empresarios e inversionistas, nacionales y extranjeros.
Ya que, si bien en lo interno la mayoría fraudulenta legislativa impone su ley ante lo vual poco o nada podemos hacer los mexicanos de a pie, salvo consignarlo, los dueños del dinero simplemente ven toda esa destrucción institucional como un estorbo a la inversión. No va a llegar dinero a sustituir los malos gastos de un gobierno que no endereza el rumbo, menos ofrece disculpas y actúa bajo su consigna de conservar el poder por el poder mismo más allá de lo que dicte la buena política.
Recortar presupuesto a las instituciones causa el mismo efecto o peor que las reformas autoritarias o elecciones fraudulentas con la diferencia que con estas últimas sólo se coloniza o somete a los organismos y con lo primero, se les destruye y los lleva a la inoperatividad, seguramente para mejor manipular sus actividades cuasi constitucionales.




