- García Luna, privilegios, corrupción, neoliberales, “los de antes”, culpables
Miguel A. Rocha Valencia
Salvo para propaganda gastada y demagógica, no se le ve ninguna otra utilidad a las mañaneras que exhiben a un(a) personaje intolerante que recurre a lugares comunes para eludir cualquier responsabilidad o culpa del cártel de la 4T en la tragedia que vive un país que soportaba un gran fenómeno de corrupción, pero que hoy está hundido en ella.
Sin argumentos válidos y objetivos, las mañaneras transcurren en medio de desmentidos y acusaciones donde los lugares comunes son Genaro García Luna a quien visten de padre de esa delincuencia de la que según los propios criminales los cuatroteros son cómplices, protegen y explotan encabezados por su profeta, su mano derecha tabasqueña y desde luego, los hijos enriquecidos a su sombra.
Si no, la expresión de “hipócritas” que resulta un escupitajo hacia arriba ya que en realidad son los fieles de la 4T quienes presumen una austeridad mientras viven y se ostentan como cresos, o afirman que primero los pobres, cuando son estos una bandera política a la quienes se les tiran migajas a cambio de su agradecimiento transformado en voto o encuestas de alta popularidad, pero que al mismo califican al oficialismo como una pandilla de corruptos con el 67 por ciento, sólo seis puntos debajo de la “gran aceptación”.
Luego, aunque se muerdan la lengua desde el púlpito donde cada pregunta se cobra en 150 mil pesos facturados con IVA incluido se acusa a los “de antes” de corruptos y de cuidar privilegios, cuando quienes se están dando con todo por robar son los morenistas quienes no discuten por migajas y muestra de ello es el billón de pesos que se llevan los “desaparecidos” factureros que cobran comisión por todo, como en los adeudos de Pemex donde por autorizar el pago en Banobras o Hacienda, se cobra el diezmo, y eso que el caudillo los desapareció igual que al huachicol de hidrocarburos y fiscal.
Desde ahí mismo se acusa a todos los crímenes, ausencias, escasez y fallas en la administración a quienes ya se fueron, pero se olvidan que a pesar de duplicar la deuda del país, no hay recursos públicos para atender las necesidades de la población, que se culpa a farmacéuticos “mafiosos” de no cumplir con entregas, pero a quienes se adeudan más de 40 mil millones de pesos.
Del púlpito presidencial se fustiga a juristas de carrera y se aplauden los acordeones, para insistir en la defensa de privilegios de quienes ya se fueron pero que en lo hechos tenían la personalidad y conocimientos de un poder Judicial confiable y profesional. Hoy ese cuarto colegiado que dejó de ser un poder de la federación autónomo es motivo de incertidumbre, tanto que junto con la inexistente política fiscal que se reduce al chantaje y amenaza, están minando el desarrollo del país.
Porque gracias a las dizque reformas que no son sino adecuaciones para someter a ese poder de la República al Ejecutivo, las inversiones se “enfriaron” y de una lista de proyectos equivalentes a 300 mil millón es de dólares, presumimos confirmación de 30 mil millones mixtos ya que integran capitales ya existentes y reinvertidos y otros nuevos, pero no en infraestructura como da cuenta la encuesta de Bank of América en su reciente encuesta con los 100 inversionistas más importantes del mundo.
Política fiscal y reformas judicial, son causa directa de esa incertidumbre pues revela un estado cada vez más centralista y autoritario, donde la falta de instituciones que den transparencia y garantías se pasa a un oficialismo depredador de organismos autónomos. No hay confianza.
Para colmo, enfrascados en el discurso que culpa a los de antes de todos los males y fracasos de la 4T, los mexicanos nos sumamos a ese grupo de tres mil 400 millones de personas que viven de en países que gastan más en la amortización de intereses de sus deudas que en salud o educación, según el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Nuestro gobiernito gracias a su falida política de no pedir prestado, pero que duplicó el débito nacional, debe pagar cerca de billón y medio, casi el 12 por ciento del presupuesto de egresos autorizado para cubrir los réditos que aumentarán en 2026 cuando lleguemos a los 20 billones.
Eso se debe también a la mala política monetaria ya que mientras otras naciones pagan en promedio 1.7 del BIP en intereses, México está entre los que cotizan 3.8 por ciento de su Producto Interno Bruto.
Por eso los servicios tan malos, de ahí el adeudo a las farmacéuticas y para colmo, de la misma bolsa se está pagando más del 20 por ciento del adeudo de Pemex a proveedores con artificios de fondos y documentos de recompra que de todos modos, vamos a pagar.
Pero la culpa es de los que se fueron, de esos inches neoliberales corruptos y privilegiados que crearon instituciones sociales, académicas y elevaron a México a ser la onceava economía del mundo; hoy ni eso sabemos.