Después de las tediosas campañas por las doce gubernaturas que estuvieron en juego el 5 de junio, queda claro que el estercolero que inundó las contiendas, las descalificaciones, golpes bajos, invectivas, pleitos intrafamiliares, y amenazas de prisión al contrincante, van a quedar en llamadas a misa.
Ninguno de los triunfadores podrá ejecutar, en la práctica, ni deseos de revancha, ni cumplir la promesa de enclaustrar en bartolinas al perdedor de enfrente, ni a sus padrinos locales –normalmente los gobernadores todavía en ejercicio– por razones diferentes que coinciden en lo mismo: el tradicional argumento de que “perro no come carne de perro”.
No cabe duda alguna: son coyotes de la misma loma, José Figueres dixit. Ningún maleante debe gritar “¡Agarren al ladrón!” porque, en una de ésas, se van contra él.
Si caen gobernadores, caerá Peña Nieto
Los panistas y perredistas que derribaron al priismo en siete estados de la Federación, han sido llamados a la cordura, porque las franquicias partidistas no deben enrarecer el ambiente: sus ejercicios presupuestales y transferencias fiscales “del Centro”, deben cubrir la impunidad y la pretendida inmunidad ante cualquier justicia de Peña Nieto.
El equipo presidencial, aterido, presa de pánico por las acciones, siente la espada de Damocles sobre su cabeza: tiene que asegurarse de que no se siente precedente sobre su futuro inmediato. Por si las moscas quieran aplicarle la misma receta, usted sabe. Si caen gobernadores del PRI, se abre la puerta para que también caiga él.
Todo se soluciona con negociación política
Los priístas que recuperaron Sinaloa en manos de la mafia de Malova, y Oaxaca, en poder de la corte de favoritos de Gabino Cué, desde ya, han sido convencidos de que el mejor camino es apaciguar los ánimos. Pues, enemigo que huye, puente de plata, como usted seguramente coincide, perdón por la rebuznancia.
No es que practiquen el perdón, el olvido o la tolerancia. Lo que pasa es que las reglas del circo imponen que a nadie se le ocurra cambiar los sketchs, todo tiene que seguir la misma ruta. No se vale cambiar de plática. El juego de Juan Pirulero es entre caballeros.
No importa que queden pendientes promesas de luchar contra el narcotráfico de todos tan temido, la limpieza de elementos y operadores financieros que utilizaron recursos de dudosa procedencia o dejaron las arcas estatales a punto de cadáver. Todo se soluciona con recetas de negociación política.
Verdugos, igual o peor que los ejecutados
Cada quien se queda con su golpe. Todo cambia, para que todo siga igual, se lee en El Gatopardo, de Lampedusa. Por un lado, porque nadie tiene autoridad moral para tirar la piedra, los verdugos son igual o peor de corruptos que los ejecutados. Por el otro, porque a ninguna franquicia partidista le conviene quedarse como “el chinito”, nomas milando, en aquello de los recursos.
Ninguno de los seis gobernadores desplazados por la alianza PAN-PRD están en riesgo. Tampoco sus validos, que sólo pusieron la cara del payaso de las cachetadas. La cobertura de la corrupción es infalible. Certera como un balazo, dijeran los poetas de la llanada.
En Veracruz, Yunes con larga cola que le pisen
Dígalo si no el caso de Veracruz, donde el triunfador aliancista PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, se expondría a que revelaran sus atracos en oficinas federales, sus complicidades en los reclusorios, sus ligas con la delincuencia organizada dura, sus antecedentes de pederastia y muchísimas lindezas más. Tomará posesión con las manos amarradas. Puras balandronadas, bravatas y océanos de agua de borrajas.
Javier Duarte de Ochoa seguirá contoneando sus caderas de perfume de gardenias, que envidian las mujeres cuando lo ven pasar, en cuanto palenque político se le antoje y disfrutando de sus preferencias diferentes. Él fue parte de la negociación para que Miyuli, apoyado por Oso… rio Chong –instrucciones de EPN, después de que lo visitara de la mano del compadre San Román– vaya a despachar en el principal sillón de Xalapa.
La reivindicación de los asesinatos de valientes periodistas torturados, perseguidos y ejecutados por sus sicarios, deberá esperar mejores tiempos, lejanos a la mundanal inmundicia que rodeó su sacrificio.
En Chihuahua, protección a Duarte del socio Gamboa Patrón
El caso de Chihuahua, donde los negocios de César Duarte están blindados por complicidades extremas con próceres federales, que a todo costo impedirán alguna acción en su contra. Corren el riesgo de ser involucrados. El más temeroso, su padrino, el culi empinado Emilio Gamboa Patrón, muerto de miedo. Un negociador obligado por su historia de tranzas, una tras otra.
En Durango, José Rosas Aispuro no podrá proceder contra Jorge Herrera, el gobernador en ejercicio, aunque éste, hace seis años, le haya robado a punta de metralleta las casillas de Gómez Palacio, donde el ahora aliancista PAN-PRD tenía el triunfo asegurado. Los rencores no deben existir. Todos deben taparse con la misma cobija… aunque esté meada.
En Tamaulipas, acto de contrición de Luis Vi(rey)garay
El caso Tamaulipas se cuece aparte, aunque en el mismo tenor: Vi(rey)garay tendrá que cubrir a su candidato fallido Baltazar Hinojosa, primo del de Higa, por la misma vía que conocemos: forrar de billetes del erario a Juan Francisco Cabeza de Vaca, el ganador aliancista, para taparle la boca… y que no lo salpique.
En Aguascalientes, el aliancista Martín Orozco saborea las mieles del triunfo sobre “la Beatriz Paredes hidrocálida”, Lorena Martínez, pues las hojuelas del gane fueron servidas por las propias imprudencias declarativas de Peña Nieto, quien al cambiar de opinión repentinamente sobre los matrimonios igualitarios, inclinó la balanza en contra de su partido.
En Quintana Roo, los 60 millones para Carlos Joaquín
El asunto de Quintana Roo es el más emblemático en esto de las negociaciones. Roberto Borge, el ñoño gobernador priísta fue el principal responsable de la derrota de Mauricio Góngora. Sus rapiñas no pueden ser expuestas por Carlos Joaquín, el aliancista ganador. Éste tiene una cola muy larga, debe tener la boca más corta.
Carlos Joaquín González, medio hermano de Pedro, el Secretario de Energía del peñato, desciende de una familia de caciques regionales con varias cuentas pendientes. Todas de gran calado. Su vinculación a Zetas y N’Dranghueta,la camorra calabresa, es cada vez más inocultable.
Además, hace 5 años, cuando no contendió por la gubernatura, pidió posiciones en ayuntamientos y en el legislativo local para sus “seguidores”, amén de 60 millones de pesos para “reponerse de los gastos de precampaña”. Todo se lo concedieron.
Proceder penalmente contra el ahora “blindado” Borge, sería como tirar piedras sobre su tejado. Y de paso, revelar el pasado de la familia en cuanto atropello pueda haber participado. La seguridad personal obliga a callar.
Entrantes, sin autoridad moral para iniciar la limpia
Y todo, por el estilo en todos los estados del país . Lo peor: sin autoridad moral para iniciar la limpia, con las arcas vacías y deudas gigantescas, no tienen margen posible de maniobra. Llegan acotados por una realidad económica y política que no tiene precedentes en la historia de México. Son víctimas de su lengua desaforada y de sus triunfos pírricos.
Ganaron perdiendo. Una victoria más como éstas –decía el propio Napoleón– y mejor nos dedicamos a otra cosa.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, se muestra incongruente. De una parte endurece sus demandas a la PGR para que la autoridad federal proceda en contra de su antecesor Guillermo Padrés por los muchos delitos –todos documentados– perpetrados por el panista y familiares durante su gestión, pero por otro lado, y al mismo tiempo, mantiene en su cargo al frente de la Comisión del Fomento al Turismo del Estado de Sonora a Jesús Antonio Berumen Preciado, a quien hace unos meses corrieron, literalmente, del IMSS y no por los muchos fraudes y robos en contra de la institución tripartita, sino por “picarle los ojos” a sus superiores. Esto es, que no $alpicaba hacia arriba. + + + Otra dama incongruente: Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, la “cancillera”. No ha mucho se dio vuelo publicitándose como “La Mujer del Año 2015” –uno de esos “premios” que se dan a calor de la grilla, no por merecimientos–, mientras tolera que en la dependencia a su cargo, Relaciones Exteriores, haya individuos que un día sí y otro también atenten contra la dignidad de las mujeres. El caso más escandaloso es el de su director general de Programación, Organización y Presupuestos, un tal Raúl González Valadez, sólo porque él dice contar con la protección de Luis Vi(rey)garay. Hace unos días una joven sinaloense, cuyo nombre omito por respeto, que se desempeñaba en la Oficialía Mayor de la SRE, fue su víctima de acoso sexual. ¿Que hizo Ruiz Massieu? La reubicó en su propia oficina. González Valadez es una fichita. Ya lo echaron, en 2009, de la Secretaría de Finanzas del gobierno del Edomex –cuando lo encabezaba EPN–, precisamente por acoso sexual. Lo denunciaron por el mismo delito en 2010 y 2011, cuando era tesorero municipal en Nezahualcóyotl, amén de que el órgano fiscalizador mexiquense lo tiene denunciado, desde 2012, por desvíos presupuestales que suman 146 millones de pesos. ¿Qué dice a todo ello “La Mujer del Año 2015”? Incongruente la sobrina, ¿o no?
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