La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
Con perdón de Marx, pero aquí la historia siempre se repite como tragedia
En las últimas semanas, hemos comprobado que expedientes en contra del duartismo que se creían ‘congelados’, han sido activados por la Fiscalía General de Veracruz y por la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP.
Así pues, ni Karime Macías, ni Tarek Abdalá y demás presuntos responsables del saqueo de las finanzas estatales de Veracruz, pueden cantar victoria.
Sin embargo, podría ser una cortina de humo, porque algunos trascendidos que no han tenido tanta relevancia y acciones administrativas del gobierno del estado (quitarle la notaría a Polo Domínguez), nos sugieren que los ‘peces gordos’ que más le interesan a la 4T, son los integrantes de la pasada administración, incluido el jefe, por supuesto.
Después de los resbalones iniciales de la administración de Cuitláhuac García, en su pretensión de fincar responsabilidades a sus predecesores, todo indica que personajes con oficio, entraron al quite para tenderle un cerco a los Yunes azules.
La intención resulta clara: echarles una red de la que no se puedan librar, al menos de aquí al 2024. El primer paso fue destituir al fiscal Jorge Winckler, haiga sido como haiga sido.
En este contexto, lo de ‘loco’ y ‘viejo guango’, se volverá como un boomerang que borrará de Veracruz, las intenciones de tener dos hijos gobernadores. C’est la vie.