La insoslayable brevedad
Javier Roldán Dávila
¿Qué dicen que son ustedes cortes qué?, anos señor, anos
Durante los sexenios de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, renunciar al equipo de Miguel Ángel Yunes Linares era el mejor negocio que se podía hacer, quien se decidiera boicotear el proyecto del ahora panista, era recompensado generosamente.
Ahora, en pleno apogeo de la 4T, al parecer abandonar el barco del calderonismo (el enemigo público número uno de YSQ, mismo que fue bautizado como ‘el comandante borolas’ en una ‘mañanera’), también deja dividendos.
Los dos casos más representativos son el de Hugo López-Gatell y el de Aturo Zaldívar Lelo de Larrea, zar anticovid y ministro presidente de la SCJN respectivamente.
El primero ha sido defendido a ultranza por su patrón, quien lo ha calificado como ‘el mejor funcionario del mundo’ (cuando en la pandemia de influenza AH1N1 fue despedido por manipular la información), a pesar del desastre que ha sido la gestión contra la COVID19.
Por su parte el abogado, ha sometido el Poder Judicial a los caprichos del Ejecutivo y, además, ha despotricado contra Felipillo (quien lo promovió como ministro), al que acusa de haber sido injerencista en los asuntos de la Corte.
Así las cosas, en lo que toca a Gatell, se conduce con una frivolidad pasmosa, asumiendo que nadie le molestará. Mientras tanto a Zaldívar, le extendieron dos años el mandato gracias a un albazo de MORENA en el Senado.
La clave del éxito está en agradar al Tlatoani, lo demás es vanidad.