La Espinita
Andy S. K. Brown
- Zoé, ¡segunda llamada; segunda!
- Ojo con lo que pasa en Cuajimalpa
- “Claudia ama a los priístas”: Xóchitl
A medida que se acerca el final de este desgraciado sexenio, las filtraciones surgen de Palacio Nacional cada vez con mayor frecuencia.
La más reciente: Que por segunda ocasión el Presidente de la República regañó al director general del IMSS, Zoé Robledo, porque sigue comprando medicamentos e insumos, pese a que semanas antes el mismísimo Andrés Manuel López Obrador se lo había prohibido.
Habrá que entender a Robledo y el porqué de su abierta desobediencia al Jefe del Ejecutivo Federal.
Dejar, así como así, un negocio que deja a sus bolsillos y cuentas bancarias –quizá hasta en paraísos fiscales, como se ha descubierto que tienen las morenistas Nahle y Brugada– no es sencillo. Duele desprenderse de decenas de millones de pesos que le reporta cada compra.
Esta vez, sin embargo, por nuevas indicaciones de AMLO tendrá que devolver más de un millón y medio de piezas adquiridas, repito, desobedeciendo instrucciones presidenciales.
Vale aclarar que a quien se encargaron tooodas las adquisiciones fue al director general de Birmex, general Jens Pedro Lohmann Iturburu –como ya le he informado– , quien también se llevó parte de la amonestación por permitir que continuaran las compras regionalizadas del Seguro Social.
Aunque en su descargo habrá que señalar que quien también se pasó por el arco del triunfo las órdenes de AMLO fue Ramón Gómez Gaytán, a quien Zoé y su hermano Gabino, junto con su operador Humberto Pedrero, incrustaron en Birmex para que desde ahí él operara todas las transas.
Algo que a mi general se le pasó, pues lo mantiene ahí.
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“Dragones”, “Claudios”, “Los Canchola” y, entre otros grupos delincuenciales, “Los Chikis” tienen en jaque a los habitantes de la alcaldía Cuajimalpa de CDMX. Cobro de piso, extorsiones, invasiones de casas y predios… y por supuesto amenazas y hasta golpizas a quienes no se pliegan a sus deseos y caprichos.
El exalcalde Adrián Rubalcava, un verdadero saltimbanqui de la grilla –ha militado en Convergencia, el Verde, MC, el PRI y ahora en Morena–, los emplea para mantener a raya a sus contrincantes políticos, Carlos Orvañanos y Jorge Triana, quienes aspiran a la alcaldía y a la reelección en San Lázaro, respectivamente, quienes en los casi 60 días de campaña no han podido siquiera pintar una sola barda.
De acuerdo con las encuestas, los opositores a Morena se van a llevar de calle los comicios del próximo 2 de junio…
… a menos, claro, que Ruvalcava emplee a sus delincuentes para robarse ánforas, intimidar a los ciudadanos y otras linduras que ya han puesto en práctica en varias otras demarcaciones.
Ojo, mucho ojo con lo que pueda suceder ahí.
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No hay día en el que la candidata presidencial no suelte lo que para algunos sería una gracejada, y, para los más, toda una jiribilla.
La de ayer lunes es de antología:
“Claudia ama a los priístas”, dijo la hidalguense.
Y la verdad es que razón no le falta.
La señora Sheinbaum gusta de retratarse abrazada de ex militantes del tricolor, como también ayer lo hizo con Alejandra del Moral quien se sumó a su campaña.
“Traición”, llamaron los tricolores a la suma de su excandidata al gobierno de EdoMex, hace apenas unos meses. “Se vendió desde antes, para que ganara Delfina Gómez”, dijeron otros.
La realidad es que todo indica que Del Moral fue obligada a su defección, tras mostrarle los morenistas el grueso expediente de transas con las llamadas empresas fantasma que habían armado en su contra.
Ahora la pregunta es ¿para que quiere Claudia a su lado a tantos priístas rateros?
@AndySKBrown1
