* La conclusión es lógica, Astudillo sigue a pie firme y con paso de vencedor, el camino trazado por Ángel Heladio Aguirre Rivero, defendido y ocultado en ese silencio en que tan hábilmente se desenvuelven, para alcanzar sus fines políticos, Jesús Ortega y AMLO
Gregorio Ortega Molina
El despiste de un avión puede quedar en accidente o convertirse en tragedia. Lo mismo sucede cuando los gobernantes abren la boca sin prever las consecuencias de lo que sus palabras proponen.
Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que Héctor Astudillo Flores (supuesto gobernador constitucional) se despistó, y lo que pudo ser incidente mediático apunta a transformarse en tragedia, porque salió con la ocurrencia de proponer que la siembra de amapola con fines medicinales -dice él- sea uno más de los planes de desarrollo agropecuario, para sacar a los campesinos guerrerenses de la miseria en la que están acostumbrados a vivir, aunque no merezcan esa humillación constante, esa vejación que deja de ser sufrimiento para convertirse en hábito.
En mi temprana adolescencia leí un par de novelas de Joseph Kessel, se desarrollan en Afganistán, como se sucedieron las ocupaciones de los ejércitos de lo que fue la URSS y de EEUU, porque lo que estaba en disputa, desde siempre, era el control de los plantíos de amapola, a fin de darle todos los usos posibles para embrutecer o producir sueños; en menor medida con fines medicinales.
Pero Afganistán no es la única nación soberana cuya tierra y mano de obra es usada para producir drogas (¿acaso salieron del atraso?), lo mismo ocurrió en China con la guerra del opio, y lo mismo ha sucedido en Bolivia, con el cultivo de la coca, mayormente procesada en los laboratorios clandestinos de Colombia, después en Perú.
¿En qué pensó el gobernador de Guerrero al hacer tal propuesta? ¿Respaldó su pretensión en un estudio serio sobre lo que ha de hacerse, para que el propósito de ese cultivo no se pervierta? ¿Se detuvo a pensar, siquiera, en el destino de las naciones que, bajo la supervisión de los verdaderos barones de la droga -ocultos o solapados por los gobiernos del G7-, se dedican a la producción agrícola e industrial de estupefacientes destinados a mediatizar la energía sobrante, en el contexto de la definición de Herbert Marcuse escrita en Eros y civilización?
La conclusión es lógica, Astudillo sigue a pie firme y con paso de vencedor, el camino trazado por Ángel Heladio Aguirre Rivero, defendido y ocultado en ese silencio en que tan hábilmente se desenvuelven, para alcanzar sus fines políticos, Jesús Ortega y AMLO.
El cultivo legal de amapola no libera, esclaviza.