Claro que es terrible el asesinato del joven José Eduardo Moreira Rodríguez, hijo del ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira y sobrino del actual mandatario de la misma entidad, pero el que las autoridades coahuilenses en voz del procurador de Justicia, Homero Ramos Gloria, informe que se encuentran en la etapa del establecimiento de los hechos, cuando efectivos Federales, de Marina, del Ejército y funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob) ya se encuentran enrolados en el caso, es porque simple y sencillamente ya se tienen más indicios de los que nos informan, pero no nos es difícil advertir.
Se olvidan las autoridades que es fácil seguir la pista de eventos del pasado inmediato que se pueden ligar al homicidio del miércoles por la noche de Moreira Rodríguez.
Minutos antes de las tres de la tarde del mismo día en Piedras Negras, Coahuila, se dio un enfrentamiento entre elementos policiacos y varios hombres armados de los cuales murieron cinco. Este desenlace tuvo su origen de acuerdo a los informe del vocero para Temas de Seguridad de Coahuila, Sergio Sisbeles cuando los efectivos estatales del Grupo de Armas y Tácticas Especiales (GATE) fueron atacados desde una camioneta tipo Jeep Grand Cherokee en color gris y sin placas de circulación. De acuerdo a los reportes de las autoridades, cuatro atacantes fallecieron en el lugar y uno más, al ser alcanzado calles adelante y resistirse al aseguramiento.
Horas después corrió el rumor de que entre los atacantes a los elementos del GATE, se encontraban Zetas de alto nivel.
Las declaraciones de las autoridades de la Segob tras el asesinato del hijo de Humberto Moreira, en torno a que no se dejarían intimidar por estas acciones, y la cargada de elementos de justicia para investigar el crimen, llevan directo a la hipótesis de que fue una venganza de criminales hacia autoridades. Por ahí, igual y se confirma una vendetta al estilo “ojo por ojo…”.
El fuerte dispositivo de seguridad con el que se llevaron a cabo los funerales del hijo mayor de Humberto Moreira, tampoco deja lugar a dudas de que el crimen organizado tiene mucho que ver en este asunto.
En otra arista del caso, la sociedad se pregunta si vale la pena buscar con tantos recursos humanos e incluso económicos, el por qué o quienes ejecutaron a José Eduardo; pues de confirmarse las sospechas que el asesinato se enmarca en la lucha contra el crimen organizado ¿por qué no contabilizarlo como una pérdida colateral más?
Se entiende la indignación del trato desigual para investigar el asesinato entre un hijo de ex gobernador y cualquier hijo de vecino como nosotros; sin embargo, si se trata de una venganza a esos niveles a todos conviene un esclarecimiento del crimen pero sin montajes.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón lamentò la mañana de ayer vía twitter el asesinato “cobarde” de José Eduardo Moreira. “Mis condolencias sentidas al profesor Humberto Moreira y a su familia”, apuntó el mandatario.
pues si, no todos somos hijos de un ex gobernador o sobrino de un gobernador para que tengas un trato preferente a la poblacion en general se nos trata con la punta del pie y se nos dice hagale como quiera o no es asi Claudia.
Justo así. Vivimos en un país en donde la justicia las más de las veces es sólo actuación, burla y pérdida de tiempo.