Oaxaca la tierra de Benito Juárez, el mil veces mencionado cada día y otras tantas traicionado, empieza a palpar la amenazadora realidad de un nuevo sexenio. Merece recordar que el que acaba de extinguirse, el de Gabino Cue, despertó las máximas esperanzas porque se había derrotado en las urnas al PRI en la elección estatal y por segunda ocasión en la presidencial al dinosaurio se le dio una felpa que, ¡OJO: Peña ni olvida ni perdona! Cue pronto se revelo anodino, discriminador del pueblo que fervoroso lo eligio, pro empresarial y furiosamente SAQUEADOR de las arcas públicas.
Resultado: una desilusión generalizada y la injusta carga de culpa a AMLO como si alguien puede responder por el proceder de un encaramado en el gobierno.
Cue fue tan “eficaz” que dio pie para que se difundiera la versión conformista y despolitizada de “que se vayan los tarugos y regresen los corruptos”. La sorpresa fue general: contra viento y marea y contra la Constitucion Federal y Estatal se impuso al “Cachorro” Murat.
Su antecedente, ser “retoño” del celeberrimo DESGOBERNADOR José Murat, el de “la vidrio o la parabrisas” en alusión burlona a su autoatentado. El “retoño”, originario y desenvuelto en el cotarro mexiquense y cobijado por Peña Nieto al incluirlo en sus huestes “choriceras”, jamás reveló interés alguno, político o social, por el mundo oaxaqueño. Más aún se rumora que lo desprecia por “atrasado, feo y vulgar”.
Pero el afán de reproducir el desgobierno de su padre, empujó a este a cobrar la factura a Peña por el “exitoso” Pacto por (contra)México. Tozudo lo logró. Pese al desbarajuste que dejó en su sexenio, las obras inconclusas y la creación de la propia caterva de saqueadores.
La elección de Murat hijo, costo una fortuna: los “vendevotos” subieron la tarifa de 500 a mil devaluados pesitos. Se descubrió una enorme bodega con todo tipo de regalitos y en fin se boto dinero a manos llenas. Aun así la elección fue cuestionada y se rumoreó que había sido transada con el candidato de Morena, Salomón Jara, al que desde entonces se le llamó “Jara-Kiri”. O “el compadre de Murat”.
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Ahora, encumbrado Murat hijo ha nutrido su gabinete, pero contra lo que afirmó que con puros “profesiónistas”, ha incorporado a “licenciados súbitos” es decir “PATITOS”. Así el de administración que dejó la presidencia de la capital por este otro trapecio sexenal, al secretario de gobierno, de apellido Avilés, con escasas luces, dilapidador y abusivo, con apenas la primaria y en posibilidad de ratificar al “Magistrado” Alfredo lagunas Rivera, cuyo pauperrimo nivel educativo está reñido con el nivel que ha ocupado y tal vez ocupará de nuevo.
Así Murat hijo responde a compromisos y no a la necesidad de integrar un equipo capaz, eficaz y comprometido con los oaxaqueños. Más aún se menciona que en su entorno inmediato un grupito de “yuppies” liderados por un vanidoso jovenzuelo Bolaños Cacho de prosapia de campanario, imponen su ley con o sin aval del nuevo gobernante.
Por si fuera poco, apenas a unos días de tomar posesion, en las calles de la capital abundan las camionetas de lujo, con placas del Estado de México, con otras más cargadas de “guaruras”, ¡Avilés hasta con 8!, que despiertan la rabia del pueblo por el despilfarro y cuando la carestía agrede a la sociedad de abajo.
Finalmente el nuevo gobernante enfrenta un estado con obras inconclusas tan numerosas que a Cue le apodaron “El Inconcluso”. algunas de ese tiradero, abandonadas desde el sexenio de Murat padre, que no parece resignarse a dejar desgobernar a su hijo, sino que decide a macha martillo.
Ojala ¡aprendieran algo de Sancho Panza en la Ínsula Barataria!
Así pues en pleno siglo XXI para Oaxaca se avizora un futuro inmediato desalentador, improvisador y que en algunos “soñadores” adulones que le acompañan han desatado la versión que “el Cachorro” es Pre-candidato del PRI para 2018! Prueba de que los avorazados apenas se encaraman en un ladrillo, se marean y caen. Oaxaca aún es posible que caiga más bajo en este desaliñado sexenio.