Felices, muchos internautas, celebran la caída del imperio de las televisoras, y anuncian el nacimiento de una sociedad más despierta gracias a que dejan de estar bajo el embrujo de la televisión. Sin embargo, conforme prestamos atención a los nuevos medios y las distintas respuestas en internet, se puede avizorar que hay un nuevo método de manipulación que puede ser más sutil y eficaz que el utilizado anteriormente por las televisoras, por los grupos de poder.
Antes al menos, en México por ejemplo, sabías quien era el enemigo y éstos, de manera frontal y con pocas envolturas, utilizaban sus distintos productos para influenciar al público, para lograr colocar en las preferencias el producto elegido, desde políticos hasta servilletas.
Sin embargo, con la explosión de las redes sociales, los medios, métodos y productos para manipular se han potenciado; pasamos de los dos conductores de noticias, las tres telenovelas de moda, a tener una variedad interminable de maneras de mal informar o influenciar la opinión pública, desde páginas pseudoperiodísticas de las que nadie sabe quién está detrás, hasta casos “trending topic” que controlan o distraen la atención de la mayoría.
En un país como el nuestro en que poco o nada nos importa investigar o buscar las fuentes, esto es por demás peligroso, se puede llegar al momento en que la gente sea aún más manipulada o que de estar tan saturada de información llegue al punto de la inacción o indiferencia, pues al recibir tanta información de un mismo tema, mejor optará por no hacer caso de nada, la saturación de información también es una forma de control.
Por supuesto que aun con todos estos riesgos, seguirá siendo mejor esto que se vive, a la unilateralidad informativa que teníamos.
Como siempre, resalta la importancia de la educación y el cambio que debe haber en el sentido de la misma, para que eduquemos a jóvenes que cuestionen, que investiguen, que no se conformen con una sola opinión, que sepan crear criterios, no obedientes maquinitas repetidoras de dogmas que poco ayudan a mejorar las cosas.
Tenemos pues, mucho trabajo por delante para no volver a caer en las manos de los que tanto daño hicieron, no podemos pensar que se harán a un lado, son muchos los medios e intereses económicos que los motivan a seguir y pueden ser muy versátiles, no hay que olvidar que tienen toda la experiencia en el control de masas.
Cuántas de esas publicaciones como las 20 cosas más increíbles (¡no podrás creer la #5!), los XV años de Rubí, las sandeces de Legarreta, las noticias bomba “que no vas a ver en la tele” o “antes de que lo borren”, ¿no son más que distracciones?
Jorge A. Barrientos