El hecho de que como sociedad tengamos opiniones distintas respecto a un suceso, no está mal, por el contrario es más que saludable. No nos equivoquemos, ni caigamos en la confusión. Es válido que cada uno de nosotros nos manifestemos libremente.
Sobre la liberación expedita de Florence Cassez, ciertas autoridades han señalado que la sociedad está dividida –el terrible maniqueísmo–, respecto a si fue un acierto o un error y con esto se promueve y da movilidad a un malestar social.
Al respecto, insisto, son válidas las diversas opiniones. Pero no vayamos a la trampa mediática de que son nuestras propias expresiones las que nos llevan a polarizarnos en extremo.
Lo que provoca y causa el verdadero malestar social, son las actuaciones de nuestras autoridades.
Si regresamos al caso Cassez, más allá de la toral decisión en materia legal, de política interna y bilateral con Francia, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), tendríamos que preguntar cómo, por qué y quién, decidió violentar el derecho de tránsito a todos aquellos que la tarde del miércoles reciente se cruzaron por azares del destino con el convoy de resguardo policiaco con el que fue trasladada la francesa desde el reclusorio femenil de Tepepan hasta los hangares del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), o cuál fue la premura de sacar a Cassez del país el mismo día de que se dictara su libertad por haber sido violentados sus derechos humanos.
Y como en política nada es coincidencia, desde el IFE al mismo tiempo, se exculpaba al Revolucionario Institucional y al Partido Verde Ecologista Mexicano (PVEM) del caso Monex, pese a que sí se comprobaron gastos de campaña en montos muy superiores a los acotados por la ley electoral.
Si la forma es fondo, entonces la liberación de Florence y la resolución del IFE, tienen aún muchos más capítulos por escribirse respecto a la actuación y rendición de cuentas de nuestras autoridades y no tanto a las diversas opiniones de la sociedad.
Para vencer los demonios que nos tienen atados, es necesario que hablemos, opinemos y conversemos de la actuación de quienes en su turno detentan el poder.
Acta Divina…La ministra Olga Sánchez Cordero aseguró que el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que otorgó la libertad a la francesa Florence Cassez, no significa que ésta sea inocente, pues lo que se revisó en el máximo tribunal fue el proceso al que fue sometida en la detención registrada en 2005.
Para advertir… Cassez no quiso pronunciar una sola palabra frente a la prensa nacional pese a que esta la asedió como personaje importantísimo… Pero al llegar a Francia declaró que le fue necesario “luchar contra todo un Gobierno al más alto nivel”.