* Todos sabemos que para cometer un crimen político no es necesario que el arma sea empuñada por un integrante de los primeros círculos del poder, basta con incumplir o ignorar el mandato constitucional que los obliga legalmente a preservar la vida de sus gobernados
Gregorio Ortega Molina
En las agendas diplomáticas el tema es ineludible, porque no puede ocultarse que en México a los periodistas los pueden matar, aunque no por accidente se asuman víctimas de la violencia. Quizá decidan eliminarlos por convertirse en una piedra en el zapato para alguno de los tres niveles de gobierno, o para algún integrante de los Poderes de la Unión. Su ejecución se convierte, entonces, en crimen político.
El último nueve de junio hubo reunión de alto nivel en México. Nuestro presidente constitucional recibió a Ángela Merkel, Canciller de Alemania, quien durante la conferencia de prensa conjunta llamó al esclarecimiento de los crímenes contra periodistas y defensores de derechos humanos, además de que ofreció su ayuda en el combate a la delincuencia organizada; también dio detalles sobre los temas que se abordaron en el encuentro entre ambos mandatarios.
“Hablamos de la situación de los derechos humanos y de la necesidad de la libertad de prensa, que solo pueden hacer su trabajo cuando hay libertad de expresión y los que representan esta libertad de expresión son los periodistas independientes.
“Me alegra constatar que se han tomado esfuerzos para garantizar la protección de los periodistas. Donde podamos ayudar, lo vamos a hacer.
“Ya estamos cooperando en materia de promoción del estado de derecho, cooperación que ampliamos el año pasado. Sabemos lo dramático que son las desapariciones y es importante que esto se castigue y se encuentre a los culpables. Eso es de importancia vital y por eso también cooperamos con la PGR y con las asociaciones que representan a las víctimas”.
La información, difundida por Notimex, deja claro que la canciller alemana reconoció la importancia de la lucha contra el crimen organizado, la cual calificó como “un reto difícil”, por lo que ofreció su ayuda; “hay que apoyar y fortalecer las fiscalías para que haya más seguridad y son todas medidas importantes”.
Al responder a pregunta sobre el populismo, manifestó que los intentos de desplegar asuntos complejos mediante respuestas simples “están condenados al fracaso, nunca han tenido éxito, por eso yo no creo en respuestas simples”.
También dejó claro que es importante que ciudadanos, ya sea en la Unión Europea o en otros continentes, tengan la impresión de que la política los vea a todos, por lo que se deben crear situaciones en las que todos ganen y existan ventajas para todos.
Es momento de preguntarnos si la estrategia de comunicación del señor Luis Videgaray Caso incluye esfuerzos denodados para transformar la realidad, o sólo intenta desmentirla, crear una impostura, cuando todos sabemos que para cometer un crimen político no es necesario que el arma sea empuñada por un integrante de los primeros círculos del poder, basta con incumplir o ignorar el mandato constitucional que los obliga legalmente a preservar la vida de sus gobernados.
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