* ¿Bajar el IVA? Este impuesto puede reducirse siempre y cuando sea general para todo consumo, excepto la adquisición de bienes suntuarios, cuya tasa debe equipararse al establecido en naciones en las que el comprador de un Rolex de oro y diamantes paga un IVA tasado de manera distinta al que compra un Swatch. Comer caviar debe pagar más que atragantarse de frijoles, y un vehículo de lujo debe dejar más al fisco que uno utilitario
Gregorio Ortega Molina
Basta de simulaciones, de imposturas, tanto de los empresarios como de las autoridades hacendarias e impositivas. Tampoco el Poder Ejecutivo hace su tarea, simple, sencilla: establecer una política fiscal igualitaria, transparente, aritmética.
¿Se puede? Los especialistas afirman que sí es posible. Nada hay más igualitario que la recaudación fiscal. Debe ser pareja y dejar de simular, como ocurre con los créditos fiscales, las condonaciones, la tasa cero en productos de consumo básico y medicamentos.
Nada hay más igualitario que el IVA, no reconocerlo es negar esa realidad que impide reactivar el mercado interno y fortalecer la economía.
¿Debe, la sociedad estar complacida con las exenciones fiscales a los capitanes de industria y comerciantes, contenta con los créditos fiscales otorgados, con las condonaciones impositivas regaladas? ¡No!
De allí que azore el hecho de que la Coparmex afirme que redoblará esfuerzos en su planteamiento de reducir impuestos de manera gradual, con el propósito de buscar mecanismos para ampliar la base gravable e incrementar así los ingresos tributarios. Usted, lector, ¿entiende?
Dice la información que la propuesta fiscal de la Coparmex no pretende reducir recursos al gobierno federal, porque, sostiene, busca mecanismos para ampliar la base gravable para que más personas contribuyan y paguen impuestos, y de esa manera se incrementen los ingresos tributarios. Lo anterior en voz de Gustavo de Hoyos Walther.
“En un mensaje a los afiliados a la Coparmex, De Hoyos Walther omitió referirse de manera directa a la postura del Ceesp, que calificó de irresponsable su propuesta fiscal; ésta consiste en la reducción gradual de un punto porcentual por año del impuesto sobre la renta (ISR), hasta alcanzar el nivel promedio de los países miembros de la OCDE, que es de 24.6 por ciento.
“Indicó que en el impuesto al consumo la propuesta de la Coparmex es reducir el empleo informal al ampliar la base de contribuyentes. Esto mediante una baja gradual de los gastos fiscales, del impuesto al valor agregado (IVA), con mecanismos compensatorios y previamente definidos para proteger a los hogares de menores ingresos”.
¿Bajar el IVA? Este impuesto puede reducirse siempre y cuando sea general para todo consumo, excepto en la adquisición de bienes suntuarios, cuya tasa debe establecerse como en las naciones en las que el comprador de un Rolex de oro y diamantes paga un IVA mayor al que compra un Swatch. Comer caviar debe pagar más que atragantarse de frijoles, y un vehículo de lujo debe dejar más al fisco que uno utilitario. De otra manera sólo se beneficiará más a los que más tienen, ¿o no?
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