Francisco Rodríguez
Al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, le fueron con el chisme: “Tu jefe de oficina, José Manuel Sanz –le dijeron–, está haciendo negocios millonarios a tus costillas”. Y como el ex futbolista se pasa todo el tiempo de observador en las gradas sin entrar a jugar a la cancha que es el encargo público, como no le gusta gobernar, pues, en lugar de hacerse presente y poner orden, decidió ponerle una cuña a Sanz. Le dio chamba a su medio hermano Ulises y… ¡salió peor el remedio que la enfermedad!
Miembro del establo del coyoacanense Mauricio Toledo, conocido por su (mala) fama pública, Ulises Bravo Molina fue por breves meses delegado sustituto o encargado del despacho de esa demarcación del sur de la capital nacional y fallido candidato a una diputación por uno de sus distritos electorales. Esa es toooda su experiencia política.
Pero de unos meses a la fecha, desde que su carnal lo puso a cuidarle el despacho del gobernador –sin cargo alguno, sin estar en la nómina, por aquello del nepotismo–, Ulises se ha convertido en el Kissinger del estado de Morelos. Se reúne a comer y a beber con un minúsculo grupo de legisladores locales y, ¡zaz!, arregla con ellos cuanto trámite debe ser aprobado por el órgano cameral.
Obvio es que los contratistas de obra pública y los proveedores del gobierno ya no buscan a José Manuel Sanz. Ahora se dirigen directo con el brother del gobernador y es éste quien ordena a las dependencias que les asignen los contratos correspondientes que, según dicen, se han encarecido. Ulises pide para él, claro, pero también para su hermano, “el señor gobernador”.
Y todo esto mientras los problemas derivados de la inseguridad siguen colocando a Morelos como una de las entidades dónde más riesgos se corren, debido a que quienes sí tienen el control del estado son los grupos delincuenciales que, desde el anterior sexenio, se complicitaron con las autoridades locales.
Hermano y familia incómoda
Cuauhtémoc Blanco ha sido el piloncillo del muégano familiar. Su pretensión de mantener unida a su familia y en mejores condiciones económicas que las que podrían lograr por sí mismos, ya lo ha metido antes en problemas.
Hoy es Ulises. Pero ayer fueron ocho de sus familiares a favor de quienes habría ordenado depósitos bancarios, con dinero del municipio de Cuernavaca que jefaturó previo a ser gobernador de Morelos.
Cuauhtémoc Blanco tomó protesta el 30 de diciembre de 2015, 15 días después inició el presunto desvió de recursos, Harold Zavaleta, ex funcionario municipal de Cuernavaca, fue quien recibió la orden. “A mí se me pidió que hiciera esos depósitos, se me dieron los nombres y los números de cuenta Eran 20 mil por persona Depósitos mensuales de 20 mil a estos nombres”, aseguró.
Harold se opuso, fue despedido y el 8 de agosto de 2016 denunció al entonces alcalde, Cuauhtémoc Blanco Bravo y al tesorero del municipio, Jesús Alejandro Villarreal, por el desvío de recursos. “Simplemente se me dijo, el dinero lo recoges ahí en la oficina con el tesorero, lo recoges y haces los depósitos”, reveló Harold.
En la carpeta de investigación SJ01/3800/2016 del área especializada en Delitos Cometidos por Servidores Públicos se pide a la Fiscalía de Morelos que investigue las cuentas bancarias de los siguientes familiares del ex futbolista: – Hortensia Bravo Molina, madre de Cuauhtémoc Blanco, – Ángel Blanco Bravo, hermano, – Leonardo Silva Viciconte, padrastro, – José Antonio Bravo Molina, medio hermano, – Ricardo Bravo Molina, medio hermano, – Ulises Bravo Molina, medio hermano, – Mauricio Silva Bravo, medio hermano y – Leonardo Carlos Silva Bravo, medio hermano.
Un programa de televisión obtuvo entonces el estado de cuenta de José Antonio Bravo Molina, uno de los familiares del que fuera edil de Cuernavaca, señalados de recibir el dinero. En la consulta de movimientos se observan depósitos de 20 mil pesos en efectivo en febrero, marzo, abril, mayo y junio, tal como fue denunciado. El desvío de recursos del erario de Cuernavaca podría ser mayor.
En el estado de cuenta de María de Lourdes Tafoya Pérez, esposa de Ángel Blanco Bravo, hermano de Cuauhtémoc, se refleja que ella también recibió depósitos de 15 mil pesos en efectivo en marzo, abril, mayo y junio. Los depósitos fueron realizados los mismos días que recibían el dinero los otros familiares acusados.
Todos le meten gol al goleador.
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