Claudia Rodríguez
No hay reciprocidad del Estado para con los contribuyentes
Cuántas veces no se ha escuchado entre los gobernados, sobre todo quienes tienen que rendir cuentas al Sistema de Administración Tributaria (SAT), que no hay reciprocidad entre lo que se tributa, y lo que el Estado retorna en seguridad, empleos, educación, servicios y más.
Seguro es muy difícil seguir el rastro de cuánto se contribuye y qué cantidad regresa a la “bolsa común”, es decir; se paga un impuesto que después debe recibirse necesariamente en bienes públicos de acuerdo con la política de distribución que la Administración en turno delinea.
De este intercambio entre Gobierno y contribuyentes, se entiende que el canje no es lineal, ni inmediato, mucho menos en razón de lo que cada mexicano requiera. Se tributa para alcanzar un modelo de nación que no es definido por los ciudadanos, lo único sobre lo que se tiene control, es en el voto ciudadano para quienes habrán de delinear las políticas gubernamentales, entre estas claro, la política de recaudación y el proyecto de nación.
¿Que te mantenga el Gobierno”?
Más es un hecho que en México, los contribuyentes cautivos, sobre todo el grueso de ellos que no cuentan con un bufete de abogados y fiscalistas, tenemos que pagar impuestos sin poder mediar con la autoridad; la misma es impositiva y no hay vuelta de hoja. Los contribuyentes empero no pueden dejar de señalar que la recaudación cada vez más agresiva y con más candados para de ningún modo evadirla –incluso por causad de fuerza mayor–, no retorna de forma igualitaria para todos los grupos de la sociedad.
Hace ya unos sexenios la frase de “que te mantenga el Gobierno” se utilizaba de forma coloquial para sacudirse gorrones, pero la verdad es que somos nosotros mismos quienes en un gran porcentaje, mantenemos las finanzas de la nación, por lo que mínimamente deberían retribuirnos en lo más esencial. Pero ya todos conocemos las historias de cómo se han enriquecido con esos dineros no sólo gobernantes y exfuncionarios, sino incluso hasta negociantes igual de inmorales que los priemros.
Para tejer el camino de la felicidad
El pueblo de México sería realmente feliz, si el servicio por el que se tributa, mínimamente existiera.
Mucho nos falta para que nuestros impuestos sean la base del bienestar y se expongan con claridad los objetivos planteados para la sociedad por parte del Estado con base en lo que se tributa: escuelas, hospitales, pensiones, asistencias, empleos y salarios dignos, infraestructura y sin lugar a duda, seguridad. En este último rubro, en el que la sociedad entera está asolada por la delincuencia, no valdrá tributar, si la estrategia contra quienes cometen crímenes es decirles que eso da asco, que es feo y que hasta sus “mamacitas” no lo merecen.
Exigir el pago de impuestos requiere la contraprestación puesta sobre la mesa con claridad e inteligencia.
Acta Divina… El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, aseguró que las eficiencias para elevar la recaudación contenidas en el Paquete Económico 2020 tienen que ver con dotar de mejores medidas al SAT para que se eviten acciones de evasión y elusión fiscal, y no tienen que ver con presionar a los ciudadanos
Para advertir… Si elevar la recaudación tuviera que ver con el eficiente desarrollo nacional.
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