Redacción MX Político.- La DEA considera al Cártel de Sinaloa la organización criminal mexicana de mayor crecimiento en el ámbito internacional. Tiene presencia en más de una veintena de países y se le relaciona con alrededor de 400 empresas que utiliza para lavar dinero y mover cargamentos de droga. En México opera en 23 estados.
Pese a que en julio pasado un tribunal de Nueva York sentenció a cadena perpetua a Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, El Chapo, uno de los dirigentes de ese grupo, el jueves 17 sus sicarios mostraron en Culiacán que siguen teniendo fuerza. Ese día lograron rescatar a Ovidio Guzmán López, quien había sido aprehendido por efectivos del Ejército y de la Guardia Nacional.
Durante el juicio al Chapo, la fiscalía neoyorquina estimó que las ganancias del capo sinaloense ascendían a 14 mil millones de dólares (alrededor de 266 mil millones de pesos). Para calcular esa cifra se sumó la cantidad de droga que el narcotraficante envió a Estados Unidos y la multiplicó por el precio en que se cotizan las drogas en el mercado negro.
De acuerdo con las autoridades de Estados Unidos, gran parte de las ganancias se quedaron en México; el resto se inyectó a las empresas que manejan los operadores financieros del cártel.
Los hijos del Chapo: Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López –Los Chapitos– han estado en la mira de las autoridades estadunidenses desde hace años, luego de que ayudaron a Guzmán Loera a fugarse del penal del Altiplano.
La recaptura del capo en enero de 2016 y su extradición a Estados Unidos un año después, donde finalmente fue condenado, no frenaron el crecimiento geográfico del cártel ni mermaron su estructura financiera, pues Ismael El Mayo Zambada, socio del Chapo, apoyó a Los Chapitos, quienes resistieron los embates de Dámaso López Núñez, El Licenciado, y de su hijo, El Mini Lic, quienes intentaron tomar el control de una parte de la organización. Finalmente López Núñez y su hijo fueron detenidos por autoridades federales.
Fuentes de la Subsecretaría de Seguridad de Sinaloa, que pidieron el anonimato, descartan los rumores de que alguna vez haya existido una división entre El Mayo y Los Chapitos: “Siempre se han visto como cercanos”.
Dentro de la organización delictiva las posiciones son verticales: el mando visible lo tiene Iván Guzmán, quien es apoyado por su hermano Jesús Alfredo –ambos fueron procreados por El Chapo y Alejandrina Salazar–; también están sus medios hermanos Ovidio y Joaquín, cuya madre es Griselda López, y Aureliano Guzmán Loera, El Guano.
Los Chapitos operan en la zona centro de Sinaloa, sobre todo en los municipios de Culiacán, Navolato, Guamúchil y Badiraguato, mientras El Mayo y su gente trabajan en coordinación con ellos; ninguno tiene una zona específica.
El norte de la entidad –Los Mochis y El Fuerte– es territorio de los hermanos Beltrán Leyva, en tanto que en Concordia, Rosario y Escuinapa se encuentran Los Zetas; esa zona es disputada por Los Mazatlecos, quienes eventualmente incursionan en Los Mochis.
Hasta ahora, según las fuentes consultadas, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) no ha incursionado en Sinaloa.
jvg