De pronto tengo la impresión de que en México, pese a los distintos discursos políticos, no somos semejantes aunque tengamos derecho a la igualdad.
No me refiero a los rasgos genéticos, ni a la cuna en la que nacimos, sino a las oportunidades y el respeto a nuestros derechos humanos.
Es irrisorio que quienes demandan respeto a terceros por el derecho a la libre circulación, a la no afectación de los comercios a la actividad turística y a los paseantes; sean los mismos que no quieren ver el reclamo que distintas organizaciones hacen a sus garantías laborales.
Nada es estático y tiene que ir cambiando en relación a las demandas de las mayorías, y en eso coincido con los discursos. ¿Pero porqué en México nos hemos empañado en hablar de la pobreza como si de verdad fuera sólo una cifra y no un importante grupo de mexicanos que viven en condiciones lacerantes y a quienes el futuro les pinta todavía más adverso como a la gran mayoría de los mexicanos?
Hasta ahora, todos los gobiernos de cualquier color e ideología política, no han atinado a dar soluciones reales y a largo plazo para reducir los niveles de desigualdad y ahora de violencia en nuestro país.
Es por eso que doy el valor a quienes emprenden la manifestación, el diálogo y el reclamo de sus garantías.
Creo que como ayer aquí lo manifestaba, más allá de las simpatías que se tengan a la actriz Laura Zapata, como ella, deberíamos más mexicanos atrevernos a disentir cuando nuestra individualidad lo reclame y tal vez en el camino, encontremos a otros con iguales demandas a las nuestras.
Lo que hasta ahora muchos no han entendido, es que la desigualdad entre mexicanos que mantienen u orillan a un estado de pobreza, no se solucionará con acciones cruciales contra un solo grupo social y/o económico, habría que emprenderlo con todos al mismo tiempo.
La pobreza y la inseguridad tienen una alta proporción de relación. Y ojo, los maestros con sus manifestaciones pueden generar desorden, desestabilización económica y muchas incomodidades a terceros, pero no son los generadores de la inseguridad, ni de la pobreza endémica.
Acta Divina… La relación entre la educación y la pobreza es una relación construida. No es obvia o “natural”, no obstante la idea muy difundida acerca de que la educación es una de las formas privilegiadas de evitar y/o salir de la pobreza. Las ideas de pobreza y de educación son constructos asociados a supuestos e intenciones sociales que responden a los intereses de diversos grupos sociales específicos
Para advertir… ¿En que se parecen Jesús Reyna, secretario de Gobierno de Michoacán y el vicepresidente Nicolás Maduro durante la ausencia médica de Hugo Chávez allá en Venezuela?
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